Algunos consejos para evitar daños en la piel por la radiación solar durante el verano.
De cara al verano, nuestra piel necesita más cuidados que nunca
Si tomamos los recaudos durante el invierno, la piel estará más preparada y protegida para ser expuesta al sol estival. Pero si no lo hicimos, entonces sería saludable tener en cuenta algunos consejos para someter a la piel al menor daño posible. La doctora Ana Arcuri, bioquímica y farmacéutica, explica que la función de los fotoprotectores es prevenir el eritema solar, el fotoenvejecimiento cutáneo y reducir el riesgo de cáncer de piel; por lo tanto, un buen filtro solar debe reunir condiciones de eficacia y seguridad.
Los filtros solares, en todas sus presentaciones deben ser colocados 30 minutos antes de la exposición solar. Los niños menores de tres años no deben ser expuestos a la radiación solar. El Factor de Protección Solar (FPS) indica el tiempo que se puede prolongar la exposición al sol sin riesgo de quemadura. A mayor FPS, mayor exposición sin riesgos.
¿Cuál es la novedad bajo el sol?
“Las formulaciones contienen una combinación equilibrada de filtros físicos —como el dióxido de titanio—, filtros químicos, y los llamados filtros biológicos. Estos últimos son, en realidad, activos antioxidantes que evitan la formación de radicales libres. Los más utilizados son las vitaminas A, E, C y activos vegetales con alta concentración de flavonoides”, explica la especialista.
Es importante recordar que los productos post solares sólo traen bienestar momentáneo, ya que no pueden reparar el daño ya ocasionado por la radiación solar.
La doctora Arcuri afirma que, para estar bronceado, “existe un recurso más saludable que la exposición solar, que es la utilización de autobronceantes, pero su acción no otorga fotoprotección, por lo que de todas formas hay que aplicarse filtros solares en el caso de exponerse al sol”.