Cada 1 de diciembre se conmemora el Día Mundial contra el HIV. A propósito de ello queremos hacer nuestro aporte para la prevención y el tratamiento de las enfermedades sexuales.
Las enfermedades de transmisión sexual (incluso verrugas genitales, herpes clamidia, gonorrea y sífilis) son cada vez más comunes en personas mayores de 45 años. Debido a que la mayoría de estas infecciones no tienen síntomas en las etapas iniciales e incluso las avanzadas, preguntarle o controlar a tu pareja no te ayudará a evitarlas. Para lograrlo, seguí estas estrategias clave:
Abstinencia sexual. Es así de simple. Si te abstenés hasta encontrarte en una relación estable y monógama con alguien que no esté infectado, es altamente improbable que te enfermes.
Usá preservativos. Este sencillo método existe desde hace más de 300 años y aún es el mejor recurso para protegernos de muchas enfermedades de transmisión sexual, entre ellas VIH, gonorrea, clamidia y tricomoniasis (causada por un parásito). No son perfectos ya que pueden romperse o salirse, y no protegen completamente. Pero en el caso del SIDA, por ejemplo, los preservativos de látex usados correctamente pueden evitar entre el 80 y el 90% de las infecciones de VIH. No obstante, es importante colocar bien el preservativo. De lo contrario, es mucho más probable que se salga o rompa. Si el tamaño regular no es el adecuado, buscá uno más grande o más pequeño.
Limitá la cantidad de parejas. Hacé los cálculos: cuanto menor sea la cantidad de personas con las cuales tengas sexo, menor será la exposición. Menos exposición significa menos probabilidades de contraer una enfermedad de transmisión sexual. Tratá de estar con una sola persona por vez, y preferiblemente, por mucho tiempo.
¿La circuncisión ayudaría?
Existe cada vez más evidencia que sugiere que la circuncisión puede reducir el riesgo de enfermedades de transmisión sexual, VIH en particular, en los hombres. Por ejemplo, un importante estudio en Kenia demostró que la circuncisión redujo el riesgo de los hombres de contagiarse el VIH de hombres o mujeres un 53%, mientras que un estudio de Uganda demostró que el riesgo se redujo un 51%. Los investigadores piensan que la circuncisión protege contra el VIH porque el prepucio del pene contiene una rica fuente de células a las cuales apunta el virus; extraer el prepucio elimina las células vulnerables. Otros estudios indican que los hombres circuncidados tienen menor riesgo de infección de sífilis y chancroide (una infección bacteriana). Aún se continúa estudiando el tema para poder arribar a una conclusión definitiva.
Vacunate contra el HPV. Existe una vacuna que previene cuatro de los tipos más comunes de papilomavirus humano (HPV), incluso los que causan la mayoría de los casos de cáncer de cuello uterino, por no mencionar las verrugas venéreas. Esta vacuna se da en tres dosis y se recomienda en niñas desde los 11 años, antes de ser sexualmente activas, y está aprobada para mujeres de hasta 26 años. Si ya pasaste esa edad, pensá en vacunar a tu hija o nieta.
Hacete el análisis. Si sos sexualmente activa y no estás en una relación monógama, debería hacerte el análisis una vez al año para detectar cualquier enfermedad de transmisión sexual, en particular gonorrea, clamidia y tricomoniasis. Un importante estudio multinacional indicó que las mujeres infectadas con tricomoniasis tienen 50% más de probabilidad de contraer VIH. Los investigadores no saben la razón, pero sospechan que la infección puede llegar a minúsculas áreas de la vagina que brindan más puntos de ingreso para el virus VIH.
Dejá de fumar. Ya sabemos que fumar aumenta el riesgo de cáncer cervical y además se ha demostrado que los fumadores tienen más riesgo de infección de VIH que quienes no fuman, con un aumento que va del 60% a más del triple. Los investigadores sugieren que los efectos del humo del cigarrillo en el sistema inmune pueden reducir la capacidad de las células inmunitarias para combatir el virus.
