Este grano es el corazón nutricio del grano de trigo: está repleto de nutrientes, entre ellos vitamina E, folato, magnesio y zinc.
El germen de trigo es el corazón nutricio del grano de trigo. Cuando se procesa la harina refinada, este “germen” es eliminado en la molienda; por eso la harina blanca tiene tan poco valor nutritivo. Si bien es la parte más diminuta del grano, el germen está repleto de nutrientes, entre ellos vitamina E, tiamina, folato, magnesio y zinc. Además, es una de las pocas partes de la planta que en la naturaleza contiene el complejo de vitaminas B completo.
Algunos usos medicinales:
- Alergias, Asma, Colesterol alto, Dolor mamario, Estrés, Inmunidad mejorada, Piel seca, Regulación del azúcar en sangre, Salud cardíaca, Síntomas menstruales, Sofocones, Verrugas.
- La vitamina E presente en el germen de trigo contiene un poderoso antioxidante, vinculado con la salud cardíaca y también con un sistema inmunitario reforzado.
- La grasa del germen de trigo (1,5 gramos en una porción de 2 cucharadas) es principalmente grasa poliinsaturada, que puede ayudar a reducir los niveles de colesterol LDL cuando reemplaza a las grasas saturadas en la dieta.
- Y puesto que se trata de un carbohidrato complejo, de digestión lenta, el germen de trigo tiene un bajo índice glucémico (IG) y podría reducir el riesgo de diabetes tipo 2.
¿Cómo incorporarlo en mi dieta?
Siempre que pueda, incluya una pequeña cantidad de este delicioso grano entero cuando cocina o prepara repostería. Su sabor típico de semillas realza panes de banana o de zapallitos, arroz con leche, tortas de café, crocantes de manzana, masas para pizza, masas de pan, masas para tartas saladas, e incluso galletitas caseras.
Se puede espolvorear sobre cereales o ensaladas; mezclarlo en la preparación de un pan de carne, hamburguesas o hamburguesas vegetarianas; o emplearlo como sustituto, en todo o en parte, del pan rallado para rebozar pescados, pollo o verduras.
Encontrará el germen de trigo en la góndola de cereales del supermercado y en dietéticas. El germen de trigo se vende en su forma natural y también tostado. Una vez abierto, conserve el envase bien cerrado y refrigerado, para evitar que se enrancie. El germen de trigo desgrasado contiene mucha menos vitamina E y no necesita refrigeración; se puede conservar en la alacena.