Recomendaciones para lograrlo.
El flúor fortalece el esmalte de los dientes y reduce el riesgo de caries. ¿Cómo saber cuánto es suficiente?
Si usted no ha tenido caries en los últimos años, cepillarse dos veces por día con un dentífrico que contenga flúor y beber agua fluorada resulta óptimo. Si, en cambio, usted tuvo caries hace poco o padece resequedad de boca, beber agua con bajo contenido de flúor podría dañar su dentadura. Su dentista puede recomendarle un tratamiento con flúor en casa, o bien, la aplicación profesional de un gel, de dos a cuatro veces por año. Las tabletas de flúor pueden ser benéficas para los niños pequeños, pero no se ha comprobado que funcionen en adultos, en quienes el esmalte ya está formado. Y tenga cuidado: demasiado flúor puede dañar los dientes.
Fuente: Clínica Mayo