¿Volviste de tus vacaciones con la piel reseca y agrietada? Acá te dejamos algunos remedios caseros para volver a tener una piel suave y saludable.
La piel extremadamente seca puede ser el punto de partida para problemas dermatológicos más graves, como la tiña y el pie de atleta. Eso se debe a que en la piel seca se forman grietas que facilitan el acceso a hongos, bacterias y gérmenes. Los pies son especialmente vulnerables.
Inclusive si no heredamos un cutis perfecto, podemos sacar buen partido de lo que tenemos sin recurrir a productos de belleza muy costosos. Aquí va un secretito de algunos de esos productos: muchos contienen ingredientes cuyos sustitutos, muy efectivos, ya tienen un lugar en los estantes de su alacena.
- Cúbrase con oro del Mediterráneo. Todas las noches, deslice unas gotas de aceite de oliva sobre el rostro, codos, rodillas y brazos. El aceite contiene grasa monoinsaturada, que refresca e hidrata la piel sin dejar residuos grasos.
- Suavice la piel con materia grasa. Cualquiera de estos productos grasos ayudará a que la piel no pierda humedad: vaselina, aceite mineral, aceite de maní, aceite vegetal, o incluso margarina de origen vegetal. Aplíquelos donde la piel se siente particularmente seca, pero use en poca cantidad para evitar la sensación de grasitud.
- Elimine la sequedad con un rocío. Los aceites esenciales de rosa, lavanda o bergamota son excelentes para hidratar la piel. Para preparar un rocío facial, mezcle unas pocas gotas de cualquiera de esos aceites esenciales con agua, en una botella de 120 cc con vaporizador; rocíe sobre el rostro cuando la piel necesite un refuerzo de humedad.
Cuándo Consultar al médico
Por lo general, con estos sencillos remedios caseros y un cuidado sistemático se pueden tratar casi todos los casos de piel seca, a excepción de los más graves. Si usa humectantes de manera sostenida y no advierte ninguna mejoría después de una o dos semanas de tratamiento, consulte a su médico o dermatólogo.
5 baños de inmersión que alivian
Agregar al agua algunos ingredientes puede brindar un alivio para la piel agrietada. En cuanto salga del baño, aplíquese algún humectante; hacerlo con la piel húmeda mantiene sus aceites naturales. Nota: el agregado de aceite en la bañera la vuelve muy resbaladiza.
• 200 gramos de sal marina y 450 gramos de bicarbonato de sodio. Permanezca en inmersión hasta que el agua se enfríe, para calmar la picazón.
• Dos tazas de sal inglesa (sulfato de magnesio o sal de Epsom). Vierta la sal en la bañera, y reserve un poco. Mientras está en el agua, frote con un puñado de sal inglesa las rodillas, codos y pies, para suavizarlos y alisar las zonas ásperas.
• Una taza de avena (cruda) en una media de seda o una bolsita de muselina. La avena contiene antioxidantes que alivian la piel y dejan una capa que mantiene la humedad.
• Partes iguales de vinagre de manzana, germen de trigo y aceite de sésamo o de oliva. El vinagre es antibacteriano y alcalinizante (ayuda a mantener el equilibrio de acidez apropiada); el aceite de sésamo y el germen de trigo aportan humedad.
• Una taza de leche en polvo con 1 cucharada de aceite de pepita de uva. El ácido láctico de la leche hará de exfoliante para la piel, y el aceite de uva le brindará una potente dosis de antioxidantes. El aceite de oliva es aceptable como sustituto.
Recetas para piel seca: Tónico humectante de aloe
Muchos tónicos son demasiado secos para una piel agrietada, pero esta linda fórmula es totalmente perfecta. El aloe vera humecta, el vinagre alivia la picazón de la piel, y la aromática lavanda disminuye el enrojecimiento. El agua de azahar (que se usa en repostería y cócteles) se puede conseguir en casi todos los supermercados.
4 cucharadas de gel de aloe vera
2 cápsulas blandas de vitamina E de 400 U.I.
4 cucharadas de agua de azahar
2 cucharadas de vinagre de manzana
10 gotas de aceite esencial de lavanda
1. Raspar para extraer el gel de las hojas más grandes de una planta de aloe vera fresca (se puede comprar gel 100% puro de aloe vera en la dietética o tienda naturista). Colocarlo en un frasco pequeño, limpio y con una tapa que ajuste bien.
2. Perforar las cápsulas de vitamina E con una aguja y exprimir su contenido en el frasco.
3. Agregar el resto de los ingredientes. Apretar la tapa del frasco y agitar bien. Emplear una mota de algodón para aplicar sobre la piel después de la limpieza; no enjuagar. Conservar en la heladera