Descubrí aquí lo que realmente ayuda en la lucha contra esta enfermedad.
El 20 por ciento de las defunciones en la Argentina se debe al temido diagnóstico: cáncer. Eso suma casi 60.000 casos fatales al año, según estadísticas del Instituto Nacional del Cáncer de la Argentina, dependiente del Ministerio de Salud. Pero ¿esto es inevitable? En una encuesta del Instituto Estadounidense de Investigación del Cáncer, el 80 por ciento de los consultados dijeron desconocer medidas eficaces para prevenir el mal.
A su vez, el Fondo Mundial de Investigación del Cáncer, luego de revisar más de 700 estudios sobre el tema, reveló que pequeños cambios en el estilo de vida pueden reducir el riesgo de cáncer ¡en más del 30 por ciento! Esto significa que la información correcta puede salvar vidas. Mucho se dice sobre las medidas para prevenir el cáncer, pero no todas funcionan.
- Dos copas de vino tinto por día ayudan a prevenir el cáncer en los hombres, y una copa diaria protege a las mujeres.
- Comer mayores cantidades de fibra reduce el riesgo de cáncer de colon.
- Teñirse el pelo eleva el riesgo de cáncer de vejiga.
- Tomar más de tres tazas de café por día se asocia con un menor riesgo de cáncer.
- Las bicicletas con asiento duro aumentan el riesgo de cáncer testicular.
1. Dos copas de vino tinto por día ayudan a prevenir el cáncer en los hombres, y una copa diaria protege a las mujeres.
FALSO. No hay estudios científicos que indiquen que tomar vino tinto realmente reduce el riesgo de cáncer. Hasta ahora, sólo algunos experimentos
realizados con tejido celular de animales han mostrado que el alcohol tiene un efecto inhibidor del cáncer. De hecho, el consumo frecuente de alcohol se considera un factor de riesgo: se ha demostrado que una copa de alcohol o más por día aumenta en un 60 por ciento las probabilidades de contraer cáncer de colon.
Como los efectos negativos del alcohol superan los efectos positivos del vino tinto, los investigadores internacionales y la Sociedad Alemana de Nutrición no recomiendan el consumo frecuente de vino.
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2. Comer mayores cantidades de fibra reduce el riesgo de cáncer de colon.
CIERTO. Según el Estudio Prospectivo Europeo sobre Cáncer y Nutrición, las probabilidades de contraer cáncer de colon disminuyen en un 40 por ciento si se comen 35 gramos de fibra al día. Pese a que no hay estadísticas, el doctor Edgardo Ridner, presidente de la Sociedad Argentina de Nutrición, afirma que el aporte de fibra alimentaria medio en la Argentina es inferior a diez gramos, mientras que la recomendación es ingerir más de 25 gramos por día. La ingesta de la mayor cantidad posible de fibra en forma de granos enteros, frutas y verduras es tema de debate entre los expertos, pero existen pruebas suficientes de que ciertas fibras de las frutas y verduras inhiben la formación de células cancerosas.
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3. Teñirse el pelo eleva el riesgo de cáncer de vejiga.
FALSO. No se ha demostrado que las tinturas de cabello fabricadas a partir de 1980 aumenten el riesgo de cáncer de vejiga, aun cuando los consumidores las usen frecuentemente. Sin embargo, los peluqueros parecen tener un mayor riesgo de contraer esta enfermedad, sobre todo si hace diez años o más que están trabajando con colorantes químicos. Las tinturas fabricadas antes de 1980, en especial las más oscuras, contenían aminas aromáticas, de las cuales hoy día se sabe que son cancerígenas y, por tanto, están prohibidas.
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4. Tomar más de tres tazas de café por día se asocia con un menor riesgo de cáncer.
CIERTO. Tomar varias tazas por día de esta bebida aromática se relaciona con un menor riesgo de cáncer de hígado, mama, útero y próstata. Los investigadores piensan que este beneficio se debe a la gran cantidad de antioxidantes del café preparado en cafetera. Alguna vez se creyó que el café tenía que ver con el aumento de casos de cáncer de colon, pero ni siquiera tomar 1,5 litro por día eleva el riesgo de contraer este mal.
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5.Las bicicletas con asiento duro aumentan el riesgo de cáncer testicular.
FALSO. No existe evidencia científica que demuestre que el uso frecuente de bicicletas con asiento duro aumente el riesgo de ningún tipo de cáncer. Pero los ciclistas de larga distancia y resistencia sí están más expuestos a sufrir daño nervioso en la zona genital, disfunción eréctil e inflamación de la próstata.
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