El ritmo de vida actual puede provocar estrés y cansancio, pero unos minutos de relajación adecuada pueden ser suficientes para calmar la mente y renovar el cuerpo
Encontrá un lugar tranquilo, quitate los zapatos, aflojate la ropa e intentá las siguientes técnicas de relajación:
Respirá hondo
Los ejercicios de respiración alivian la tensión y ayudan a calmar y aclarar la mente. Recostate boca arriba en el piso con la cabeza sobre un almohadón y con algo para reposar las rodillas.
Desde el diafragma
Descansá las manos sobre el abdomen y usá el diafragma para inhalar aire hacia adentro y hacia afuera; luego, completamente hacia afuera de tus pulmones mientras tus manos se mueven hacia arriba y hacia abajo con el ritmo. La respiración profunda abdominal se puede llevar a cabo en cualquier posición cómoda, ya sea sentado o recostado.
Recostate en el piso
Acostate boca arriba con la columna alineada con el cuello y el talón, los pies levantados y los brazos ligeramente alejados de tu cuerpo.
(Foto: Antonio Guillem / Shutterstock.)
Paso a paso:
- Comenzá a aislarte, tensioná y relajá músculos diferentes de arriba hacia abajo, concentrate en recorrer cada parte de tu cuerpo.
- Fruncí la frente, contá hasta cinco y relajate. Hacelo nuevamente. Apretá los ojos para mantenerlos bien cerrados. Luego, bajá a las otras partes del cuerpo.
- Cuando hayas trabajado tu cuerpo de arriba hacia abajo hasta los tobillos, de a un brazo y de a una pierna a la vez, mantenete quieto, liberá todas las tensiones e imaginate flotando.