Una nueva moda para perder peso está ganando adeptos.
Luego de que el New England Journal of Medicine revelara que, según un estudio, los amigos cercanos pueden “contagiarnos” la obesidad, algunos fanáticos de la salud han comenzado a cambiar a sus amigos gorditos por otros delgados, aunque éstos no les caigan bien.
Bueno, no tanto, pero el estudio siguió el desarrollo de 12.067 personas durante 32 años y concluyó que la probabilidad de engordar de aquellas con amigos cercanos obesos era de un 171 por ciento.
Según esta teoría, los amigos son una gran influencia, y si ellos comen en exceso, es posible que sigamos su ejemplo. Incluso podemos contagiarnos por teléfono, pues la distancia geográfica no es una barrera. Curiosamente, la influencia de los cónyuges es menor que la de los amigos cercanos del mismo sexo. Esto también funciona a la inversa: si nos relacionamos con personas delgadas, podemos bajar de peso.