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Cítricos: mucho más que aliados en el invierno

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Desde siempre, varios mitos han rodeado el consumo de cítricos para evitar resfríos. ¿Son realmente tan mágicos como nos han contado? ¿Sirven para combatir otras enfermedades? Leé esta nota para saber toda la verdad y aprovechar su potencial.

Abordo de las grandes flotas de los siglos XVI a XVII, el escorbuto mataba a ma?s marineros que las batallas, tormentas y otras enfermedades combinadas, hasta que en 1753 un cirujano brita?nico prescribio? una simple medida preventiva: una dosis diaria de ci?tricos.

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Causado por una deficiencia de vitamina C, el escorbuto se cobro? muchi?simas vidas. Un marinero describio? co?mo, por ejemplo, “pudrio? mis enci?as, [y puso] mis muslos y canillas… negros y gangrenosos”. La enfermedad salio? a la luz despue?s de la muerte de 1400 marineros durante una expedicio?n brita?nica entre 1740 y 1742.

Unos pocos an?os despue?s, el cirujano de la Real Armada Brita?nica, James Lind, llevo? a cabo un experimento cuando la enfermedad se desato? en el HMS Salisbury. Le dio a los enfermos naranjas y limones, vinagre, sidra, agua de mar, nuez moscada o “elixir de vitriolo” (una mezcla de alcohol, a?cido sulfu?rico y aroma?ticas). Despue?s de solo seis di?as, quienes comieron ci?tricos estaban lo suficientemente recuperados como para reanudar su trabajo. Y en unas pocas de?cadas, los jugos ci?tricos -a menudo el jugo de lima que les gano? el apodo de “Limeys” a los marineros brita?nicos- se agregaron oficialmente a las raciones de los marineros.

El escorbuto es raro hoy en di?a. Pero las investigaciones revelan nuevas propiedades salvavidas que hacen de los ci?tricos frutas de consumo obligatorio en el siglo XXI.

 

Los beneficios de la frescura

Los ci?tricos son, por supuesto, una de las fuentes ma?s ricas de vitamina C. Este potente antioxidante desarma las mole?culas defectuosas llamadas radicales libres dentro de la ce?lula antes de que puedan dan?ar el ADN, aumentar la inflamacio?n e incrementar el riesgo de ca?ncer. Una naranja provee toda la vitamina C diaria necesaria pero, además, un jugoso pomelo o un vaso de jugo de naranja tambie?n contienen 60 flavonoides protectores de las ce?lulas y calmantes de la inflamacio?n que trabajan en conjunto para reducir el riesgo de ca?ncer y apopleji?a, algo que la pi?ldora no puede hacer. Un anticanceri?geno llamado limonina permanece en el cuerpo por hasta 24 horas, segu?n un estudio de 2005 conducido para el Servicio de Investigacio?n en Agricultura de los Estados Unidos. Esta longevidad puede ayudar a mantener suprimidas a las ce?lulas cancerosas, de manera que no puedan reproducirse.

 

Despue?s del frenesi? por los suplementos de vitamina C de los an?os 70, 80 y 90 -espoleado por publicaciones del dos veces laureado con el Nobel “Linus Pauling” que afirmaban que la vitamina C curaba el resfrío comu?n (idea ma?s tarde descartada por nuevos estudios)- la investigadora italiana Serena Guarnieri de la Universidad de Mila?n decidio? evaluar las pi?ldoras frente al jugo de fruta en un ingenioso estudio en 2007. Los voluntarios bebieron jugo de naranja, agua endulzada o agua endulzada con 150 mg de vitamina C y luego se les testeo? la sangre varias veces. Despue?s de beber el jugo de naranja, el dan?o al ADN era un 18% menor despue?s de tres horas y un 16% menor despue?s de 24 horas, pero los otros grupos no tuvieron beneficios protectores.

Si bien la vitamina C no puede curar el ca?ncer, comer o beber ci?tricos regularmente podri?a disminuir el riesgo, segu?n los investigadores del Instituto Mario Negri de Mila?n. En un estudio de 2010, compararon los ha?bitos alimentarios de 12 956 personas con variedad de ca?nceres con los de personas que no los padeci?an. ¿El veredicto? El consumo regular de ci?tricos disminuyo? el riesgo de ca?ncer oral en un 53%, de ca?ncer colorrectal en un 18%, de ca?ncer esofa?gico en un 58% y de ca?ncer estomacal en un 31%.

 

Para aprovechar todos los beneficios de los ci?tricos, comé una o dos porciones de fruta fresca o bebé jugo diariamente en lugar de tomar una pi?ldora. De hecho, podés dejar de lado por completo los suplementos: una naranja mediana o media taza de jugo provee ma?s de los 75-90 mg recomendados por el Instituto de Medicina de los Estados Unidos. Pero los atletas de resistencia y las personas que realizan trabajo fi?sico a la intemperie en ambientes fri?os -como los corredores de marato?n, los esquiadores y los soldados- pueden obtener algo de proteccio?n contra el resfrío comu?n tomando 250-1000 mg de vitamina C diariamente, segu?n una resen?a de 2007 de la universidad de Helsinki.

 

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