Ya sabe que es un excelente sazonador de comidas y un gran aliado en la cocina. Conozca, además, sus beneficios para la salud.
Presente en todas las comidas
Ya sea picados, laminados, triturados, o reducidos a pasta, los dientes de ajo son un ingrediente fundamental no solo en la cocina sino también en la salud. De intenso sabor o delicada dulzura, según su cocción, desde hace miles de años, los herboristas y curanderos los usan en preparaciones culinarias y muy especialmente como medicamento para aliviar infinidad de enfermedades.
Hoy en día, la herboristería recomienda asimismo el ajo para prevenir resfríos, gripes y otras enfermedades infecciosas.
Existen dos tipos de este bulbo que se diferencian por el color de su cubierta: el ajo blanco o común y el ajo rosado o morado. El primero, carnoso, resistente y más grande que el morado, es el que más abunda en todo el mundo. El rosado, más pequeño, es más débil. Se los puede conseguir durante todo el año aunque los mejores aparecen hacia el verano.
Cómo tratar el aliento a ajo
Comer perejil después de haber comido ajo puede reducir el olor desagradable, gracias a su contenido de clorofila. El ajo puede resultar indigesto, en especial si se lo come crudo.
El estudio del ajo
El ajo produce una sustancia química llamada alicina. Al parecer esta es la que hace que el ajo sea tan efectivo para el tratamiento de ciertas afecciones. La alicina es también responsable del olor de este bulbo. Como se trata de una sustancia inestable, que se transforma muy rápidamente en otra sustancia química, algunos fabricantes envejecen el ajo para quitarle el olor, pero este proceso compromete su eficacia.
Efecto benéfico en las enfermedades coronarias
Algunas investigaciones indican que el ajo puede reducir de un siete a un ocho por ciento la presión arterial en las personas que sufren hipertensión. También parece reducirla en las personas con presión normal. Al parecer, el ajoeno -uno de los productos de descomposición de la alicina-, puede disminuir el riesgo de ataques cardíacos, al prevenir la formación de coágulos sanguíneos (resulta que el ajo es un buen dilatador del diámetro de los vasos sanguíneos, motivo por el cual mejora la circulación de la sangre).
Estudios prometedores sobre el ajo y el cáncer
La situación es más alentadora en lo que respecta al cáncer. Un estudio demostró que el consumo de seis o más dientes de ajo por semana disminuía el riesgo de padecer cáncer colorrectal en un 30 por ciento y el cáncer de estómago en un 50 por ciento, comparado con el consumo de menos de un diente de ajo por semana.
Beneficios
- Ayuda a reducir la hipertensión.
- Ayuda a prevenir o combatir ciertos tipos de cáncer.
- Posee propiedades antivirales o antibacterianas que ayudan a prevenir o combatir infecciones.
- Puede aliviar la congestión nasal.
Desventajas
- Provoca mal aliento.
- Es indigesto, en especial crudo.
- El contacto directo irrita la piel y las membranas mucosas.
