Existen pruebas sanguíneas para determinar si padece del trastorno en el cual hay escasez de glóbulos rojos en la sangre conocido como anemia. Es necesario determinar si es por insuficiencia de hierro o por otra causa.
Qué es la anemia
La anemia es un trastorno en el cual hay escasez de glóbulos rojos en la sangre o una deficiencia de hemoblogina (la proteína transportadora de oxígeno). Cuando hay anemia, el organismo no recibe suficiente oxígeno y esto causa debilidad y fatiga. Aunque los síntomas pueden no aparecer durante mucho tiempo, o ser muy leves, el trastorno puede ser mortal si no se diagnostica o no se atiende. Si sospecha que tiene anemia, es indispensable que vea pronto a su médico para que indague la causa fundamental.
Síntomas de la anemia:
- Debilidad, fatiga, mareos, irritabilidad o confusión mental.
- Palidez, sobre todo de las encías, los párpados o bajo las uñas.
- Palpitaciones o falta de aliento.
- Llagas en la boca o en la lengua; moretones o sangrado inusual.
- Hormigueo o entumecimiento en los pies o en las piernas.
- Náuseas y diarrea.
La deficiencia de hierro, la causa más común de anemia, suele ser por la pérdida prolongada y gradual de sangre, lo cual agota las reservas de hierro del organismo. Si este no es suficiente, la hemoglobina disminuye. Las mujeres, sobre todo con menstruación abundante, son propensas a la anemia ferropénica. Pero a ambos sexos puede faltarles hierro por una afección que cause sangrado lento, como hemorroides prolongadas, pólipos rectales o úlceras; cáncer gástrico o de colon, o el uso prolongado de aspirinas o fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINE), como el ibuprofeno.
Como muchos alimentos se enriquecen con hierro, la anemia ferropénica rara vez puede atribuirse a la falta de este mineral en la dieta. Es menos común la anemia por falta de vitamina B12 (anemia perniciosa) o de ácido fólico. Ambos vitales para producir glóbulos rojos.
¿Quienes son más propensos a sufrir de anemia?
Es más probable que los alcóholicos, los fumadores, la gente con ciertos trastornos digestivos, los vegetarianos, los que pasan los 50 y las mujeres embarazadas o lactando, corran riesgo por una nutrición deficiente o la incapacidad para absorber bien estos nutrientes. Hay anemias con otras causas: enfermedades crónicas (como cáncer, lupus o artritis reumatoide), trastornos hereditarios, como la anemia drepanocítica, o la exposición a fármacos tóxicos, sustancias químicas o radiación.
Qué alimentos son ricos en hierro
Antes de tomarlos, necesita establecer la causa principal de su anemia. Es muy importante consultar al médico sobre la anemia ferropénica, que puede deberse a un sangrado interno.
- Si le aconsejan tomar complementos, hágase análisis de sangre cada mes para ver si vale la pena consumirlos. Si el diagnóstico es anemia ferropénica, el hierro combinado con vitamina C puede ser útil. El hierro es fundamental para la hemoglobina, y la vitamina C ayuda al organismo a absorberlo. Tome hierro solo bajo supervisión médica, porque el exceso puede ser peligroso.
- Varias hierbas pueden ser útiles. La lengua de vaca tiene poco hierro, pero se absorbe bien y puede aumentar su nivel en la sangre. Otras hierbas ricas en hierro son el alga marina y el alga marina roja. En tintura, jugo o té, algunas (diente de león, bardana, menta y flores de tilo) aumentan la absorción del hierro de la comida o los complementos.
- La vitamina C puede ser buena si su anemia es por falta de vitamina B12 o también por ácido fólico, ya que ayuda al organismo a absorber estos nutrientes.
- La vitamina B12 y el ácido fólico siempre deben tomarse a la par y bajo supervisión médica, porque la ingestión alta de uno puede ocultar la carencia del otro. Juntos estimulan la producción de glóbulos rojos. Al subsanar la anemia y descartar un problema de absorción como el causante, la cantidad de vitamina B12 y de ácido fólico de su multivitamínico diario debe bastar para evitar una recaída.
- Coma alimentos ricos en hierro (leguminosas secas, hígado, carne roja, fruta, frutos secos, mariscos), en ácido fólico (cítricos, espárragos, espinacas, champiñones, hígado, poroto de soja, germen de trigo), y en B12 (hígado, mariscos, cordero, carne vacuna, queso, pescado, huevos).