La mayoría de los expertos coincide en que la cantidad de alcohol más segura es nada de alcohol.
Al igual que muchos checos, Lukáš Berný, de 38 años, disfruta
yendo al pub con sus amigos para charlar un rato y tomar unas cervezas. Lukáš,
que ha escrito varios libros sobre la historia de los pubs checos, destaca que
en general los checos beben mucha cerveza. “Las cervezas checas, sobre todo la
Pilsner Urquell, son famosas en todo el mundo”.
“Yo no bebo todos los días —añade—. Diría que tres veces a la
semana. Cuando salgo normalmente me tomo de cinco a seis cervezas, más o menos
como mis amigos”. Las cervezas son de medio litro.
Si tenemos en cuenta que medio litro de una cerveza de cuatro
grados contiene 16 gramos de alcohol puro, Lukáš y sus amigos beben de 80 a 96
gramos de alcohol puro en cada salida. No obstante, el Instituto de Salud
Pública de la República Checa recomienda que los hombres consuman menos de 24 g
de alcohol puro al día, y menos de 16 g las mujeres.
¿Cuál es la posición de las
autoridades?
Las autoridades de salud pública analizan cada vez más los hábitos
y el consumo peligroso de alcohol.
Según un estudio del Eurobarómetro realizado en 2010, la UE
posee el consumo de alcohol más alto del mundo, y las enfermedades relacionadas
con el alcohol cuestan anualmente unos 125.000 millones de euros.
La
Organización Mundial de la Salud describe una catastrófica imagen de los
efectos del alcohol en la salud humana: 3,3 millones de muertos al año por
consumo de alcohol y más de 200 enfermedades y traumatismos causados por su
consumo excesivo.
También según la OMS, existe una relación causal entre el
peligroso consumo de alcohol y una amplia gama de trastornos mentales y de
comportamiento.
Motivadas por el deseo de mejorar la salud y la seguridad, las
autoridades de más de 40 países de todo el mundo han elaborado unas directrices
de seguridad nacionales. Pero aunque las autoridades parecen estar de acuerdo
en que beber “demasiado” puede provocar un enorme daño, en lo que parece que no
coinciden es en cuánto es “demasiado”. Las directrices pueden variar muchísimo
y van desde los 10 g al día en los Países Bajos a los 60 g diarios en
Dinamarca.
Existen varias razones para no alcanzar un acuerdo sobre los
niveles de seguridad. Larry Altshuler, especialista en medicina interna y
director de calidad de vida de los Centros de Tratamiento del Cáncer de Tulsa,
en los Estados Unidos, explica que aunque todo se basa en la investigación,
“cada grupo, raza y género muestra una respuesta distinta al alcohol”. De igual
modo, los investigadores no utilizan tampoco los mismos modelos o métodos,
afirma. Es cómo mezclar manzanas con naranjas. ¿Cómo se mide el alcohol? ¿En
unidades, copas, botellas, latas? ¿Cuál es el contenido de alcohol? ¿Es bajo o
alto?
Mientras que medio litro de una cerveza de cuatro grados contiene
16 g de alcohol puro, medio litro de una lager de cinco grados contiene 20 g. Y
existen diferencias entre el consumo medio diario y la borrachera.
“Emborracharse
es lo más perjudicial para el hígado”, afirma el doctor Altshuler. “Es una
sobrecarga para los órganos”.
Constance Scharff, profesora emérita de Investigación de
Adicciones y directora de Investigación de Adicciones en el Centro de
Tratamiento de Cliffside Malibu, afirma también que cree que el motivo por el
que los países tienen una visión distinta sobre los niveles seguros de consumo
de alcohol “es principalmente cultural”.
“Pero sí es evidente que cuanto más se bebe, tanto en cantidad
como en contenido de alcohol, más probabilidades hay de desarrollar problemas
de salud relacionados”.
En enero de 2016, el Reino Unido redujo sus directrices para
el consumo de alcohol a solo 16 gramos al día para hombres y mujeres, uno
de los más bajos de Europa. Y el Consejo Sanitario de los Países Bajos
recomienda ahora que la gente se abstenga de beber alcohol o que no beba más de
una copa estándar al día (la OMS define una copa estándar como la que contiene
10 g de alcohol).
A pesar
de que los estudios reivindican la bondad de una copa de vino, la mayoría de
los expertos coincide en que la cantidad más segura de alcohol es nada de
alcohol.
Tal como dice Constance: “No hay ninguna cantidad buena de
alcohol. La pregunta es: ¿qué cantidad de alcohol es mala para mí?”.
El doctor Harold Urschel, autor y médico jefe de Enterhealth, una
empresa especializada en drogadicción y otras adicciones de Dallas, Texas,
afirma que “científicamente, el alcohol es una neurotoxina y una
cardiotoxina. Destruye el sistema inmune y aumenta el riesgo de cáncer y
lesiones en el páncreas. Además, quien bebe cada día —continúa—, desarrollará
una tolerancia y cada vez necesitará más cantidad para conseguir el mismo
efecto”. Urschel aprueba la recomendación de los Países Bajos de abstenerse,
pero dice que sabe que “no es realista”.
“Son varios los factores: cultura, presión de los amigos,
publicidad y el solo hecho de probar qué gusto tiene, que inciden en que la
mayoría de las personas beban. En muchos países, el alcohol forma parte de un
ritual social y gastronómico. Si uno va a “beberse una neurotoxina —explica—,
que beba tan poco como pueda, una o dos veces a la semana y una o dos copas cada
vez… preferiblemente una”. Hay algunos escenarios que pueden evitarse, comenta
Altshuler. No beber hasta intoxicarse. “Y definitivamente no emborracharse”.
Constance Scharff comenta: “Quien tenga un historial de abuso de
sustancias, de trastornos alimenticios, de enfermedades mentales activas, en
especial depresión, trauma o ansiedad, o problemas físicos como diabetes,
insuficiencia hepática o renal, entre otras situaciones, debería abstenerse
totalmente de consumir alcohol”.
Las directrices solo son útiles si la gente les presta atención.
En última instancia, corresponde a la elección personal. Lukáš Berný afirma que
“es imposible” que observe las recomendaciones de su país. “He leído que el
alcohol puede ser la causa de siete tipos de cáncer —y añadió—, y también he
leído que casi todo lo que hay en la Tierra puede provocar cáncer… ¡hasta el
limón!”.