Arrancar un nuevo año, nos da la oportunidad de mejorar algunos aspectos de nuestra vida, como la salud. Para empezar, te acercamos estas sugerencias bastante simples que pueden ayudarte a dar los primeros pasos.
Date un paseo de cinco minutos por cada hora que estés sentado. Un reciente estudio de la Universidad de Indiana reveló que basta permanecer una hora sentado para perder la mitad de la capacidad de dilatación de las arterias de las piernas, lo que con el tiempo eleva el riesgo de padecer afecciones cardiovasculares. Los participantes que caminaban cinco minutos por cada hora de estar sentados no sufrían cambios en la función de los vasos.
Hacé tu cama. Quienes tienen el hábito de hacer su cama después de levantarse son un 19% más propensos a dormir bien que quienes la dejan todo el día sin hacer, indica una encuesta de la Fundación Nacional del Sueño de los Estados Unidos. Según esta institución, sentirse a gusto en el lugar donde se duerme parece favorecer la tendencia a dormir toda la noche sin interrupción.
Leé por placer y sin que nada te distraiga. Los partidarios del movimiento de “lectura lenta” aconsejan tirarse a leer un buen libro durante al menos media hora al día, olvidándose de mensajes de texto y notificaciones de Facebook. Parece que esta práctica reduce el estrés y promueve la claridad mental. Los estudios demuestran que cuando se leen contenidos multimedia (por ejemplo, texto acompañado de fotos y videos), la comprensión de la lectura es menor que si se lee solo texto.
Tené suficientes toallas desinfectantes en el escritorio. ¡Qué asco! Menos de cuatro horas después de haber aplicado muestras de virus en superficies muy tocadas de un lugar de trabajo, como mesas y picaportes, investigadores de la Universidad de Arizona encontraron los gérmenes en alrededor del 50% de los demás objetos tocados. Para protegerse, limpiá con frecuencia tu escritorio, teléfono y teclado de computadora con toallas desinfectantes. En el estudio, esta medida redujo hasta en un 99% la diseminación de los virus.
Mirá un programa de televisión menos al día. Cuanto mayores son los adultos, más tienden a ver televisión. Según un reciente estudio de la empresa de medición de audiencias Nielsen, las personas de entre 30 y 49 años pasan casi cinco horas al día frente al televisor, en promedio; las de entre 50 y 64 años, unas seis horas al día, y las de 65 años en adelante, nada menos que siete horas diariamente. El exceso de vida sedentaria frente al televisor en la edad madura está asociado con la diabetes tipo 2 y las afecciones cardíacas.
Buscá un médico que te agrade. Un estudio realizado en 2014 por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad Harvard reveló que cuando un médico está formado en los valores “de cabecera” tradicionales, como la comunicación y la empatía, sus pacientes suelen obtener una mejoría considerable en presión arterial, control de peso y alivio del dolor. Si no te satisface el trato de tu médico, pedí a tus amigos o colegas que te recomienden otro, o bien, decile al tuyo sin vueltas lo que no te gusta. Quizás él acceda a utilizar un lenguaje más sencillo o a dedicarte un poco más de tiempo en la consulta.