Si tuviste alguna caída reciente y perdiste la confianza, estas ideas te ayudarán a ganar seguridad. Conservar el equilibrio es fundamental para manejarte con mayor tranquilidad y no abandonar la actividad.
Los resbalones accidentales suelen provocar risas, pero a los adultos mayores no les hacen ninguna gracia. Aunque solo un 10 % de las caídas que sufren resulta en fractura u otra lesión seria, muchos de ellos presentan el síndrome “poscaída”, una sensación de inseguridad y pérdida de confianza que puede conducirlos al aislamiento, la soledad y la depresión.
Aunque es difícil evitar algunos de los factores de riesgo de caídas —artritis, reflejos lentos—, muchos otros sí pueden prevenirse.
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Más de la mitad de los tropezones ocurren en casa y a menudo se deben a peligros como objetos tirados en el suelo, pisos desparejos y mala iluminación. Además de neutralizar estas posibles causas, “procurá contar con un lugar estable para sentarte mientras te vestís y desvestís —aconseja la enfermera Asa Bygdeson, cuidadora de pacientes ancianos en la provincia sueca de Västerbotten—, y cerciorate de que ningún cable en el suelo estorbe el paso”. Asa sugiere también instalar pasamanos en todas las escaleras, así como alfombras antideslizantes y agarraderas en los baños.
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Lo siguiente es evaluar el calzado: evitá usar pantuflas, zapatos sin talón, tacos altos, chancletas y suelas de cuero. Las de goma son mejores, en especial si son antideslizantes.
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Los bastones y las andaderas ayudan a mantener el equilibrio, pero solo si están en buen estado, son del tamaño adecuado y se utilizan correctamente. Muchas personas empiezan a usar estos auxiliares, sin las instrucciones apropiadas. El bastón debe sujetarse con la mano del lado opuesto al de la pierna debilitada o adolorida, y moverse hacia delante al mismo tiempo que esa pierna. En cuanto a las andaderas, hay que asegurarse de que las cuatro patas estén apoyadas en el suelo antes de dar un paso. Ambos auxiliares tienen que llegar a la altura de las muñecas del usuario, que debe relajar los brazos a los lados.
Hay muchas otras estrategias para reducir el riesgo de caídas, desde ejercicios de fortalecimiento y equilibrio hasta una revisión médica semestral de los fármacos que estés tomando (algunos, ya sea solos o combinados, causan inestabilidad).
Tomar medidas para prevenir riesgos se traduce en mayor confianza y en una vida más activa y saludable.