Inicio Humor Chistes 8 chistes para sonreír y reflexionar sobre la vida

8 chistes para sonreír y reflexionar sobre la vida

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Chistes

Algunos chistes nos hacen afortunadamente soltar carcajadas. Pero otros nos obligan a interrumpir la risa a mitad de camino y reflexionar.

1. Una mujer mayor está observando a su nieto jugar en la playa cuando una ola inmensa llega por sorpresa a la costa y arrastra al pequeño mar adentro. Desesperada, la mujer cae de rodillas y suplica: “¡Dios mío, por favor, salva a mi nieto! Te lo ruego, tráelo de vuelta”. De repente otra ola se acerca y deposita al niño en la playa, intacto, como si nada hubiera pasado. La abuela levanta la cabeza y mirando al cielo grita: “¡Llevaba una gorra!”.

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EN OTRAS PALABRAS…

No sea tonto. Mostrar un poco de gratitud siempre da buenos resultados

2. Sherlock Holmes y Dr. Watson se van de campamento. Tras una buena cena y una botella de vino, llega el momento de ir a descansar. Unas horas más tarde, Holmes despierta de una sacudida a su fiel amigo. “Watson, mira al cielo y dime qué ves”.

“Veo millones y millones de estrellas, Holmes”, responde Watson.

“¿Y qué puedes deducir de eso?”.

Watson reflexiona un minuto y luego responde: “Bueno, astronómicamente esto me dice que existen millones de galaxias y potencialmente miles de millones de planetas. Astrológicamente, puedo observar que Saturno se encuentra en Leo. Meteorológicamente, estimo que hará un buen día mañana. Teológicamente, confirmo que Dios es todopoderoso y que somos pequeños e insignificantes elementos en el universo. ¿Y qué es lo que significa para ti, Holmes?”.

“¡Watson, eres un idiota!”, dice Holmes. “¡Nos han robado la carpa!”.

EN OTRAS PALABRAS…

Ey, genio: inteligencia no siempre es sinónimo de sentido común.

3. Una noche, mientras cenaban, un chico le preguntó a su padre: “¿Papá, los gusanos se pueden comer?”. “Eso es asqueroso», respondió el padre. “Ya sabes las reglas, no hablamos de esas cosas mientras comemos”. Terminada la cena, el padre preguntó al niño: “¿Qué querías decirme, hijo?”. “Ah, no te preocupes, papá”, dijo el niño. “Había un gusano en tu sopa, pero ya no está”.

EN OTRAS PALABRAS…

Si es demasiado estricto con las reglas, puede que aprenda de la vida de la manera más difícil.

4. El médico entra a la consulta, con unos exámenes en la mano, y pone su mano sobre el hombro del paciente.

“¡Oh no!”, exclama el paciente“

¿Cuánto tiempo de vida me queda?”. “Diez”, responde el médico.

¿Diez?”, grita el paciente angustiado. “¿Diez qué? ¿Días? ¿Semanas? ¿Meses?”.

El médico serenamente responde: “Nueve…”

EN OTRAS PALABRAS…

La vida es corta, y cada día que pasa se acorta más. ¿Por qué no comerse ese dulce?

5. Mientras volvía del trabajo en el auto, un hombre recibió una llamada de su mujer.

“¡Felipe!”, gritó aterrada, “¡por favor ten mucho cuidado! Acabo de escuchar que hay un loco manejando en dirección contraria por tu ruta”.

“No lo vas a creer cielo”, respondió el hombre. “¡No es un solo auto, son cientos!”.

EN OTRAS PALABRAS…

A veces, hay una razón por la que todo el mundo hace las cosas de cierta forma. (¡Sí mamá, ya te escuché!)

6. Era la mañana del día de grandes descuentos en el negocio de electrónica. Había gente haciendo fila fuera del establecimiento desde las 5 de la mañana. Cerca de las 7:30, se produjo una enorme conmoción cuando un hombre bajo con pantalones caqui trató de abrirse paso hacia el principio de la fila. La multitud lo sacó a la fuerza de la fila y el hombre fue empujado hacia el estacionamiento.

Se puso de pie, se sacudió la tierra y volvió a intentarlo. Apenas había logrado dar un paso cuando volvió a ser atacado por un grupo aún más numeroso que lo empujaron de nuevo fuera de la fila. El hombre volvió a ponerse de pie y se dirigió al comienzo de la fila por tercera vez. “¿Está loco?”, preguntó uno de los miembros de la multitud completamente enfurecido. “¿No se da cuenta de que volverán a sacarlo a empujones?”.

“Sí, lo se”, respondió el hombre. “Pero si no me dejan llegar a la puerta nunca podré abrir la tienda”.

EN OTRAS PALABRAS…

Su madre tenía razón: que todos hagan algo no significa que usted también deba hacerlo.

7. “¿Ve a ese niño?”, preguntó el peluquero a su cliente mientras le cortaba el pelo y señalaba a un niño de unos 12 años que estaba en la calle. “Es el niño más tonto del mundo. Mire. Se lo demostraré”. El peluquero sacó un billete de cinco pesos y otro de diez, luego llamó al niño y le pidió que entrara al local. Le enseñó los dos billetes y le preguntó: “¿Cuál quieres?”. El niño tomó el billete de cinco pesos y se fue.

“¿Ve lo que le digo?”,rio el hombre. “El niño más tonto del mundo”.

Al salir del local, el cliente vio al niño salir de una heladería. Y le dijo: “Si no te molesta, hijo, ¿puedo preguntarte por qué no agarraste el billete de diez pesos?”.

El niño comió un poco de helado y luego respondió: “Porque el día que elija el de diez, se acaba el juego”.

 

EN OTRAS PALABRAS…

Un tonto y el dinero no duran mucho juntos. Pero asegúrese de identificar quién es el tonto.

8. Tras semanas de lluvia, un pueblo quedó inundado y fue necesario evacuar a sus vecinos. En una de las casas, los socorristas encontraron a un hombre con el agua hasta la cintura. “¡Vamos! ¡Suba al bote!”, gritaron.

El hombre respondió: “De ninguna manera. ¡Tengo fe en Dios y Él me salvará!”.

La altura del agua lo obligó a subir hasta el segundo piso. Más tarde llegó otro bote de rescate. “¡Suba al bote!”, gritaron los socorristas.

«¡Tengo fe en Dios y Él me salvará!”.

El agua continuó subiendo y el hombre tuvo que subir al tejado. Un helicóptero de rescate divisó al hombre y desplegaron una escalerilla para que pudiera subir. El piloto gritó por megáfono: “¡Sujete la escalera!”.

El hombre se negó. “¡No! ¡Tengo fe en Dios y Él me salvará!”.

Pero el agua subió y superó el nivel del tejado. El hombre fue arrastrado por la corriente y murió ahogado.

Al llegar a las puertas del Cielo, exigió una reunión con Dios.“Dios”, le dijo, “yo estaba seguro de que me salvarías, pero me dejaste morir. ¿Por qué? ¿Por qué me abandonaste?”.

Dios respondió: “¿De qué estás hablando? ¡Te envié dos botes y un helicóptero!”.

EN OTRAS PALABRAS…

Por esperar el regalo perfecto, podría perderse el que tiene justo delante de sus ojos.

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