Está claro que vivimos tiempos extraños.
¿Una emergencia de nieve?
La policía ucraniana recibió una llamada telefónica de emergencia de un hombre que dijo haber apuñalar a la pareja de su madre. La víctima, mencionó la persona que llamó, no mostraba signos de vida y la policía debía darse prisa. Ah, y trae un quitanieves, porque con toda la nieve no era posible llegar a su casa de otra manera. Según Theguardian.com, la policía llegó poco después y descubrió no solo que la presunta víctima estaba sana y salva, sino que nunca había sido atacada.
La llamada fue una artimaña del hombre para que limpiaran el camino frente a su casa de forma gratuita. Inmediatamente confesó la falsedad de declaración y fue multado. Y su pequeña “broma” ni siquiera logró su objetivo: la policía no llegó con un quitanieves sino con un todoterreno.
Más cumpleaños, más regalos
En febrero del año pasado, Takashi Miyagawa, de 39 años, de la región de Kansai, en el sur de Japón, tenía 35 novias. Pero donde algunos ven al más grande romántico, otros, incluida la policía, ven a un Don Juan buscando algo más. ¿Por qué? Porque salió con las 35 mujeres para recibir 35 regalos de cumpleaños. Según timesnownews.com, Miyagawa le dio a cada novia una fecha diferente para su cumpleaños. “Le dijo a una amante de 47 años que su cumpleaños era el 22 de febrero. A una de 40 que era en julio. A otra más que era en abril”. El verdadero cumpleaños de Miyagawa es el 13 de noviembre.
Su plan fracasó cuando algunas de las novias comenzaron a sospechar y se unieron para denunciarlo a la policía, que arrestó a Miyagawa por estafar a las mujeres con regalos de cumpleaños, ropa y dinero en efectivo por valor de 100,000 yenes (unos 900 dólares). Si bien sus acciones sorprendieron, un comentarista en línea admitió: “Es una persona horrible, pero envidio su habilidad para administrar el tiempo”.
Birdy necesita un lavado de pico
En septiembre de 2020, fue necesario separar a cinco loros grises africanos (Billy, Eric, Tyson, Jade y Elsie) que “se animaban entre ellos para maldecir” a los visitantes del Lincolnshire Wildlife Center en el Reino Unido. “Estamos bastante acostumbrados a las palabrotas de los loros, pero nunca habíamos tenido a cinco al mismo tiempo y, por alguna razón, a estos les encanta”, dijo Steve Nichols, director ejecutivo del zoológico, a The Associated Press. A la gente le entretenía principalmente lo malhablado de los loros. “Cuando un pájaro te dice que te vayas a la mi____, las personas se divierten mucho”, dijo. Pero por el bien de los niños, el zoológico decidió que era mejor poner a las aves en recintos separados hasta que aprendieran a comportarse.
Convéncelo con un poco de mermelada
Cuando los oficiales de la Sociedad Protectora de Animales de Cracovia, en Polonia, recibieron un reporte acerca de un animal raro que acechaba en un árbol cerca de un edificio de departamentos, no estaban seguros de qué esperar. Según la BBC, la sola presencia del animal había asustado al barrio durante días. “La gente no abre las ventanas porque temen que entre en sus casas”, dijo la mujer que hizo la llamada. Los oficiales se preguntaron si el animal podría ser un ave de rapiña, pero la mujer asustada dijo que se parecía más a una iguana. Cuando los oficiales llegaron cautelosamente a la escena, descubrieron que todos estaban equivocados. La bestia aterradora en cuestión era, en realidad, un croissant/cruasán “domesticado” que quizás alguien había arrojado por la ventana para alimentar a los pájaros.
Hay que reír
Ser despedido puede ser traumático. De hecho, a los empleados en Nueva Zelanda se les permite tener una “persona de apoyo” que los acompañe a la reunión donde les dan las malas noticias. Algunos llevan a un amigo de confianza, otros a un familiar. Luego de recibir una invitación a una reunión que a todas luces parecía ser de despido, Josh Thompson, un redactor, tomó un camino diferente: invitó a un payaso profesional como acompañante. Sintió pena por las personas que daban las malas noticias, así que pensó: ‘¿Por qué no hacerlo divertido para todos?’. Mientras Thompson perdía su trabajo, el payaso hizo animales con globos y fingió llorar. Todos parecían disfrutar el acto, dice Thompson. Pero admite que hubo una complicación. “El payaso hacía demasiado ruido formando animales con globos, así que de vez en cuando teníamos que pedirle que se callara”.
Aniversario infeliz
Tras todo un año de vialidades cerradas y continuos martillazos, Natalie Naquin Harvey se hartó de las interminables obras en su calle, en la ciudad de Nueva Orleans, en el sur de Estados Unidos. Así que encontró una manera de vengarse: organizó una fiesta de cumpleaños para las reparaciones, con todo y gorritos de fiesta, globos y una torta, con temática de equipos de construcción, un cartel de Road Closed y una calle en ruinas, muy parecida a la escena fuera de su puerta de entrada.
“¡Feliz primer cumpleaños a nuestra construcción de calle!”, publicó en Facebook debajo de una foto de ella posando junto a una excavadora de construcción. “Fue hace un año, justo en esta semana, cuando comenzaron a destrozar nuestra calle. Doce meses después, la mitad de la cuadra sigue intransitable. ¡Apenas la semana pasada teníamos un enorme agujero de dos metros de profundidad!”.
La ciudad, avergonzada, se comprometió a acelerar las obras viales. A pesar de lo difícil que ha sido, Harvey ve el lado positivo y le dice a bigeasymagazine.com: “Para mí, cualquier pretexto es bueno para hacer tortas”.
Por qué no debería beber solo
Céline Dion es una gran admiradora de Céline Dion. “Ella es la persona a la que escucho cuando necesito animarme”, dijo él al New York Post. ¿Él? Retrocedamos un poco en el tiempo. En la Nochebuena de 2020, Thomas Dodd y una gran botella de champán se hacían compañía en casa en el centro de Inglaterra, mientras Dodd veía un concierto televisado de la cantante canadiense. Cuando el británico de 30 años bebió de la botella, le quedó claro que amaba tanto a la cantante que quería convertirse en ella. Así que se conectó a Internet y, por solo 120 dólares, cambió legalmente su nombre.
“Honestamente, con la mano en el corazón, ¡no recuerdo haberlo hecho!”, dice Thomas. “Recuerdo haber visto el concierto y estar bastante ebrio”. Se dio cuenta de lo que había pasado hasta que comenzó a recibir correos dirigidos a Celine Dion. Aunque está contento con su nuevo nombre, piensa en el champán y admite: “Eso probablemente explique muchas cosas”.
Creo que puedo volar
En tres ocasiones el verano pasado, en medio de la pandemia, el aeropuerto de Songshan en Taipei dio a 60 pasajeros la oportunidad de hacer el check-in, recoger sus pases de abordar, pasar seguridad, esperar en su puerta de embarque y abordar un “vuelo” de China Airlines. El avión partió rápidamente hacia… ninguna parte. Estas afortunadas personas habían ganado un concurso que les permitió actuar un día en el aeropuerto, satisfaciendo así su nostalgia por la época anterior a Covid-19, cuando era fácil viajar dentro y fuera de Taiwán. Después de ser recibidos por los sobrecargos de vuelo, abrocharse el cinturón y esperar en la pista durante unos 15 minutos, estos apasionados viajeros desembarcaron. Una ventaja más: ¡sin jet lag!
Ladronzuelo
Cuando el oficial de policía Rick Morgan detuvo un auto deportivo que iba solo a unos 50 kilómetros por hora y zigzagueaba entre los carriles en una carretera cerca de la ciudad estadounidense de Ogden, Utah, en 2020, esperaba encontrar a un conductor gravemente lastimado o con alguna emergencia médica. En cambio, Morgan descubrió a un niño de cinco años sentado en el borde del asiento del conductor; sus pies apenas alcanzaban los pedales y su cabeza apenas tocaba el tablero. El niño había tomado las llaves del auto familiar mientras su hermana adolescente hacía una siesta y condujo tres kilómetros por la ciudad antes de llegar a la autopista. Más tarde les dijo a los desconcertados policías que había planeado llegar a California, a más de 600 kilómetros, para poder comprar un Lamborghini. Aunque solo tenía 3 dólares en su cartera.
Más que vencido
Fue hasta después de casarse que Caron McBride se enteró por primera vez de que la ley la buscaba. Cuando la mujer de Oklahoma presentó la documentación para cambiar su nombre en la licencia de conducir, le dijeron que la computadora levantó una alerta y que necesitaba llamar a la oficina del fiscal. Le informaron del cargo que se le imputaba: fraude. “Pensé que me daría un ataque al corazón”, dijo a un canal de televisión local. Preguntó de qué la acusaban exactamente: nunca había robado dinero de un banco ni cometido ninguno de los otros delitos financieros que generalmente resultan en cargos por fraude. De hecho, le dijeron que la acusación en su contra era mucho más peculiar: alquilar una cinta de videocasete de la serie de televisión Sabrina, la bruja adolescente, de hace 21 años, y no devolverla.
