En un mundo cada vez más cálido, lleno de maravillas geológicas, vivientes y humanas, el Parque Nacional Los Glaciares es una caja de bombones fríos y deslumbrantes.
Hay vidas distintas y vidas distintas-distintas. La de Jorge Lenz, Jefe de la Seccional Norte del Parque Nacional Los Glaciares, pertenece a estas últimas: su “oficina” incluye el glaciar más grande de la Argentina (Viedma) y el más conocido (Perito Moreno), pero en realidad esas avalanchas de hielo en cámara lentísima son 47, y todos se desprenden del Campo de Hielo Patagónico Sur.
Es un trabajo duro, pero no necesariamente solitario. En 2017 llegaron 130.000 viajeros, escaladores, aventureros y enamorados de la naturaleza. Lo cual está muy bien, como también lo está la soledad que vuelve por sus fueros durante el invierno profundo, cuando “los senderos del lugar deben descansar para no ser erosionados, ya que el lugar es como un ser vivo, necesita sus ciclos de descanso, como nosotros”, dice.
– Si tuvieras que pensar en lo que hace distintivo al parque, frente a otros de la Patagonia, ¿qué elemento o cosa seria?
Lo más significativo, aunque no es fácil de ver, es el Campo de Hielo Patagónico Sur, que es una gran masa de hielo, la tercera del mundo: un gran reservorio de agua dulce que condiciona el clima y relieve del lugar. Pero lo que más asombra a todo aquel que llega a El Chalten son sus montañas únicas, paredes de granito que salen de este campo de hielo.
– Los Glaciares es visitado por casi 90.000 personas al año. La variedad debe de ser importante, pero ¿podrías mencionar alguno/s que te hayan sorprendido por alguna razón?
La zona de Chalten el verano pasado fue visitada por las de 130.000 visitantes, según nuestros datos. Y viene gente de todo el mundo, edades y hasta capacidades muy distintas. Obviamente que, según la capacidad y edad o estado físico de cada uno de ellos, pueden hacer más o menos cosas y disfrutar más las caminatas.
Una de las cosas que me sorprendió es ver a una persona muy mayor, más de 70 años llegar a Laguna de los Tres, después de haber tenido que caminar más de 4 horas de ida (le restaban otras 4 de regreso) y desnivelar casi 1.000 metros de altura. Es un lugar único y que se disfruta mucho, pero hasta los que estamos medianamente entrenados nos cuesta mucho y el llegó a esa edad.
– Dentro de todo el parque están prohibidas las mascotas. Se entiende que ello incluye a El Chaltén mismo, ¿cómo lo vive la gente?
Dentro de APN están prohibidas las mascotas aunque hay excepciones por el reglamento que las prohíbe. Con el pueblo es muy difícil ya que los vecinos (no todos) suelen tener sus perros sueltos en la calle y entonces los turistas le hacen caricias y estos se van a la senda con el turista, y al ingresar al Parque propiamente dicho pueden atacar a la fauna nativa y en especial al Huemul que es un ciervo autóctono en peligro de extinción. Por lo que cada vez que encontramos un perro en las sendas del área protegida lo capturamos y lo bajamos al pueblo para después de publicarlo en Facebook y lo venga a retirar su dueño (se lleva al perro con un acta de infracción por haber infringido la norma de APN).
– ¿Y cómo hace el parque para encontrarles un lugar si el dueño no aparece?
Primero los publicamos, como antes dije, en Facebook y esperamos a que llegue su dueño. Si no aparece en 10 o 15 días lo publicamos como disponible en adopción.
– El cambio climático es tema en todo el planeta, ¿hay indicios o situaciones en el parque que puedan, eventualmente, tener relación con el fenómeno?
Hablar de cambio climático para mi es un poco irrespetuoso ya que, hay muchos científicos que opinan y estudian el tema, con visiones muy distintas y todas fundamentadas. Lo que si te puedo contar es que hay cambios en el ambiente, que son muy visibles como el retroceso de los glaciares, que es muy evidente y muchos científicos lo atribuyen en parte al cambio climático.
Un ejemplo de ello es el glaciar Viedma que es el glaciar más grande del país, el último año perdió una superficie de hielo de más de 0,8 kmts, por ende en el lugar donde el año pasado caminábamos, hoy navegamos con una profundidad de más de 150 mts. Todo lo cual hace evidente un cambio en el paisaje, pero que -desde mi conocimiento- no se lo puedo atribuir solo al cambio climático.
– Trabajar en el parque requiere una disposición física y mental robusta, ¿cómo es un día de rutina en invierno, durante los meses más duros?
Es levantarse temprano para ir a la oficina y comenzar a ver las cuestiones diarias del lugar, por ahí si ese día me toca salir a recorrer algunas de nuestras sendas, para ver cómo se encuentran, si la nieve nos deja transitar o no si hay algún árbol caído obstaculizando la pasada. Ver que nadie deje basura en el lugar.
Igual, el invierno para nosotros es cuando menos trabajos afuera tenemos ya que los días son cortos y hace mucho frio, también hay mucha nieve. Eso nos cambia la forma de movernos, y es cuando los senderos del lugar deben descansar para no ser erosionados, ya que el lugar es como un ser vivo, necesita sus ciclos de descanso, como nosotros, para no entrar en procesos erosivos difíciles de contener.
– Si tuvieras que recomendar tres/cinco cosas imperdibles que un visitante tiene que hacer sí o sí al visitar el Parque Nacional Los Glaciares, ¿por cuáles te jugarías?
Es muy difícil decir que hacer o no, eso va a depender de los gustos y capacidades de cada uno, pero si es de todo el Parque creo que el glaciar Moreno es único y que no se puede dejar de visitar. También pasaría, aunque sea un día, por Chalten, que no es mucho tiempo, pero es el suficiente para decir acá tengo que regresar, ya que hay muchas cosas para ver. Si el día es un día soleado como hoy uno se enamora del lugar y no se quiere ir y si está nublado nos queda esa sensación de que hay que volver a ver que hay detrás de esas nubes
– El Parque Nacional Los Glaciares es uno de los destinos argentinos candidatos a ser una de las 7 Maravillas Naturales de la Argentina. Votá vos también en https://7mar.com.ar/