El fútbol americano nació hace más de cien años en EE.UU. derivado del rugby inglés. Es uno de los deportes de contacto más competitivos y brutales.
¿En qué consiste el juego?
En el fútbol americano ambos equipos se disponen a invadir
al campo del equipo contrario e intentan llevar el balón hasta la línea de
banda.
El juego comienza cuando un equipo patea el balón, que tiene el tamaño y
la forma de un balón de rugby, y la envía al campo del equipo contrario.
El
equipo contrario recoge el balón y tiene cuatro oportunidades de avanzar 10 o
más yardas del campo con el balón.
Cada oportunidad termina cuando se erra un
pase o cuando un jugador que tiene el balón se ve detenido por el equipo
contrario o sale de los límites.
Si el lado atacante tiene éxito en su avance,
ganan cuatro oportunidades más.
Si fallan, el equipo contrario toma posesión
del balón y pasa a la ofensiva.
Avanzando y sumando puntos
Así continúa el encuentro en una serie de segmentos cortos, cada uno de los cuales se parece más a un rally de tenis que a un juego abierto de fútbol.
Hay largas pausas, porque cuando un equipo cambia de ‘defender’ a ‘atacar’, o viceversa, ordena a un grupo de jugadores que se especializa en cada función.
Los puntos se suman como en el rugby: un ‘touchdown’ en la zona de anotación contraria vale seis puntos y un ‘field goal’ (pasar la pelota entre los postes de una patada) vale tres.