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¿Cómo se levantaban cuando no existía el despertador?

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A horario y sin despertador… ¡Es posible! ¿Cómo
se despertaban las personas antes de que se inventara este genial aparato?  

Así
como en la actualidad la mayoría de las citas se fijan en números redondos (muy
pocos hacen reservas en los restaurantes para las 7.38 p. m.), en el pasado se
fijaban en función de los hechos naturales (“Nos encontramos cuando salga el
sol”). 

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¿Cómo concertaban citas o encuentros sin reloj?

Aunque los egipcios y los chinos utilizaron relojes de agua
mucho antes, el reloj mecánico no se inventó —en Italia— hasta mediados del
siglo XIV. Según parece, antes de que aparecieran los relojes, la mayoría de
las personas reconocía la hora mediante el recorrido del sol.
En los días soleados,
las sombras de los árboles o los signos del mediodía reflejados en los
edificios indicaban la hora aproximada. Antes de esa época, las personas tenían
que confiar en hechos naturales para despertarse. Aunque alrededor del 90% de
la población europea vivía en zonas rurales, la mayoría de los residentes de
las ciudades tenía animales, por ejemplo gallos, que les anunciaban que había
salido el sol.

De
la misma manera en que muchos de nosotros no necesitamos un despertador para
levantarnos a la mañana, las personas de aquella época también tenían un “reloj
biológico” y los mismos
ritmos biológicos que nosotros hoy. Incluso varios
siglos después de la invención del reloj mecánico, la mayoría no podía
comprarlos por su precio. En las primeras épocas de los Estados Unidos, era más
probable que una persona se despertara por los gallos, el sol, los sirvientes,
el pregonero de la ciudad, las campanas de las iglesias y los
silbatos de las fábricas que por un reloj despertador. 
La
productividad
—entendida como velocidad de producción de un trabajador por
unidad de tiempo—
era algo desconocido. La gran virtud era estar ocupado:
dedicarse incesantemente a la tarea que cada uno debía hacer. Las primeras
torres con relojes que se instalaron en los pueblos tenían un servicio
despertador. Pero en la Edad Media, los relojes reflejaban la manera sencilla
en la que la población entendía la hora: los primeros relojes mecánicos
no tenían agujas ni para la hora ni para los minutos; las campanadas sonaban cada
hora y, a veces, cada cuarto de hora.

Los chinos fueron los primeros en usar despertador

Se
cree que los chinos fueron quienes usaron los primeros relojes con cuerdas. El
reloj estaba formado por una cuerda o mecha aceitada para generar combustión.
Después de varios experimentos, aprendieron cuánta cuerda se quemaba en una
hora. A partir de ese conocimiento, hicieron nudos en la cuerda para marcar
cada hora. Si querían despertarse a una determinada hora,
ataban la cuerda a un
dedo del pie
. Así, cuando llegaba esa hora, la persona sentía el calor en el
dedo y se despertaba fácilmente.
 

Un Big Ben en cada lado…

Con el correr del tiempo, muchas ciudades tuvieron relojes en las torres de los edificios más altos, lo cual daba acceso a que más personas supieran la hora exacta. Pero eso era un arma de doble filo, porque les permitía a los ricos hacer más rigurosas las tareas laborales —que ya eran exigentes— de los campesinos y artesanos, y, en algunos casos, aumentarlas. Más adelante, la proliferación de los relojes portátiles (que se inventaron a principios del siglo XVI) contribuyó a promover la eficacia y la disciplina de la Revolución Industrial.

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