¿Sabés qué hay debajo de tus uñas? ¿Y dentro de tu ombligo? Si te intriga conocer todas aquellas secreciones y suciedades alojadas en tu cuerpo, leé esta nota.
OÍDOS: el cerumen es una mezcla de grasa, piel muerta, vellos y sudor que limpia y lubrica el conducto auditivo externo. No uses aplicadores de algodón. La cerilla se endurece y sale poco a poco mientras masticás o hablás.
GRANOS: los granitos reventados son zonas de peligro dermatológico porque contienen pus, sustancia formada por grasa y bacterias que contamina los poros circundantes cuando brota.
BAJO LAS UÑAS: la mugre es una mezcla de queratina, células cutáneas, productos de cuidado personal y tierra que puede contener bacterias dañinas por mala higiene en el baño o por tocar alimentos crudos.
OJOS: en las comisuras se acumula moco, células cutáneas, grasa y polvo. Al parpadear durante el día, te deshacés de estos residuos, pero en la noche permanecen en su sitio y se endurecen.
NARIZ: constituido por agua, leucocitos muertos, sales y proteínas, el moco te protege al atrapar las bacterias que entran al organismo.
OMBLIGO: tras analizar la pelusa del ombligo, investigadores austríacos concluyeron que está formada por fibras de tela, piel muerta, polvo, sudor y grasa. El vello corporal se arremolina en el ombligo y facilita la entrada de suciedad.
BAJO LAS AMPOLLAS: el líquido claro que se acumula en una ampolla protege el tejido irritado mientras sana. Si es amarillento o blancuzco, puede ser señal de infección.