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Remedios que sí funcionan

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¿Estás preparado para la más original lista de remedios que curan sin medicamentos?

Reír con amigos aumenta la tolerancia al dolor

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La risa genuina y a carcajadas nos hace producir endorfinas, las cuales levantan el ánimo y aumentan el umbral de dolor. Investigadores de la Universidad de Oxford colocaron fundas heladas alrededor de los brazos de voluntarios antes y después de hacerlos ver series graciosas, monólogos cómicos o documentales serios. La risa ayudó a soportar el dolor por más tiempo. Reír acompañado tuvo un mayor efecto analgésico que hacerlo a solas.

 

Cantar previene el resfrío

El truco: hay que hacerlo con otras personas. Esto aumenta los niveles de inmunoglobulina A secretora, un anticuerpo que nos defiende contra infecciones bacterianas y virales. Los estudios indican que los miembros de coros presentan niveles más bajos de cortisol (una hormona del estrés) y suelen tener mejor estado anímico, lo que parece fortalecer el sistema inmunitario. “No se sabe por qué, pero coordinar nuestras acciones con las de otros resulta especialmente saludable”, dice Daniel Levitin, profesor de psicología, neurociencia y música en la Universidad McGill, en Montreal, Canadá.

 

Masticar chicle agudiza los sentidos

El mismo hábito que molesta a los amantes de la etiqueta podría ayudar a aumentar tu concentración. En un estudio británico, dos grupos de personas escucharon listas de números al azar con la instrucción de recordar ciertas secuencias. Las que mascaron chicle tuvieron mejores resultados en cuanto a exactitud y tiempo de reacción, sobre todo hacia el final. Otros estudios indican que masticar chicle podría potenciar algunas funciones mentales (memoria, estado de alerta y atención) y mejorar el desempeño en pruebas de inteligencia y de matemáticas.

 

Ver repeticiones en la TV devuelve la energía mental

Sin duda tu voz interna alguna vez te reprochó por pasarse horas viendo repeticiones televisivas. No la escuches. Según científicos de la Universidad de Buffalo, este hábito nos reanima. Voluntarios que vieron una repetición de su programa favorito luego de concluir una exigente tarea cognitiva se llenaron de energía. ¿La razón? Ver capítulos repetidos requiere poco esfuerzo mental (porque ya conocés la trama) y permite convivir indirectamente con personajes agradables sin el desgaste que implica interactuar con personas reales. Los investigadores creen que esta combinación permite restablecer los recursos mentales y recuperar el vigor.

 

Beber agua helada a sorbos evita peleas

En dos experimentos, individuos que tomaron bebidas heladas para enfriar los ánimos se mostraron más dispuestos a considerar las opiniones ajenas. La sensación física de frío se asocia con la “distancia social”, o la capacidad de percibirnos como fuera del entorno. Según los psicólogos, el frío nos permite alejarnos de la persona con la que estamos discutiendo, lo que evita que proyectemos nuestros prejuicios y creencias y nos ayuda a apreciar mejor la perspectiva del otro. Los licuados, smoothies y cafés helados también funcionan.

 

Usar medias en la cama favorece el orgasmo

El método que se empleó para llegar a esta conclusión quizá sea lo más interesante. En un estudio holandés, 13 personas se acostaron dentro de un tomógrafo mientras sus parejas… los excitaban. Esto permitió a los investigadores comparar la actividad cerebral por fases hasta el clímax. Llegar al orgasmo resultó imposible para casi la mitad de las mujeres. ¿Por qué? Por tener los pies fríos. Para que una mujer alcance el orgasmo, se tienen que desactivar las regiones cerebrales que controlan la ansiedad y el miedo (la amígdala y la corteza prefrontal). Estar en un entorno agradable, lo que incluye la temperatura, es clave para infundir seguridad a la mujer. Los científicos repartieron medias para elevar la temperatura de los sujetos y hacerlos sentir más cómodos. Así, el 80 % llegó al orgasmo.

 

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