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Cómo superar la alergia estacional

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La alergia estacional (también llamada rinitis alérgica, fiebre del heno o polinosis) es más que un resfrío: en todo el mundo afecta la calidad de vida de millones de personas en ciertas temporadas del año.

Esta alergia se manifiesta sobre todo con estornudos y moqueo, pero puede producir además irritación de ojos y garganta, tos, dolor de cabeza, fatiga, erupciones cutáneas y, si no se trata, incluso accesos de asma. Aunque suele comenzar en la infancia, se puede contraer a cualquier edad. Los especialistas advierten que el cambio climático puede incrementar la concentración de polen en el aire en los próximos años, con el consiguiente aumento de molestias en las personas alérgicas. He aquí algunas estrategias para hacerles frente.

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– Consultá la concentración de polen en tu ciudad y planeá tus actividades en consecuencia. En general, el mejor momento para salir es poco después de que haya llovido, porque la lluvia arrastra al suelo las partículas suspendidas en el aire. Si tenés que trabajar en el jardín, usá mascarilla.

 

– Que tu casa sea un refugio. Mantené cerradas las ventanas el mayor tiempo posible. (La temporada de alergias varía según la zona: en climas templados suele ser en primavera) Al volver a casa cambiate de ropa y date una ducha para quitarte el polen de la piel y el pelo. Los filtros de aire de alta eficiencia atrapan la mayoría de las partículas suspendidas y con ellas hasta el alérgeno más escurridizo.

 

– Si no podés evitar los alérgenos, utilizá un antihistamínico, que podés tomar incluso antes de sentir molestias los días de alta concentración de polen. Los corticosteroides, que deben ser prescriptos por un médico, son aun más eficaces. Otro recurso es la inmunoterapia con alérgenos: inyecciones, comprimidos o gotas que te exponen gradualmente al alérgeno. Esta terapia precisa consultas médicas periódicas durante meses o incluso años, pero “sus beneficios pueden durar años después de terminado el tratamiento”, explica el doctor Oliver Pfaar, presidente del grupo de interés en inmunoterapia de la Academia Europea de Alergias e Inmunología Clínica. También ayuda a prevenir alergias nuevas o más graves, dice Pfaar, porque ataca la primera causa de los síntomas: un sistema inmunitario que reacciona a partículas inofensivas como si fueran invasores peligrosos. Las alergias pueden avanzar de la nariz a los pulmones. Casi el 50% de los alérgicos al polen contraen asma después.

 

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