Quizás no lo sepas, pero constantemente mandamos mensajes a través de nuestro inconsciente. Y otras personas pueden estar buscando estas pistas ocultas…
Contacto visual
Si buscás que tu lenguaje corporal demuestre que estás escuchando a la otra persona, es importante hacer contacto visual. Pero tenés que controlarlo: una mirada demasiado intensa se puede interpretar como amenazante. Dedicar más del 80 por ciento del contacto visual probablemente genere incomodidad en la persona con la que te estás comunicando. Pero muy poco contacto visual (40 por ciento o menos) se puede interpretar como un signo de desconfianza. ¿El número mágico? 60 por ciento, o un poco más de la mitad. El truco: ofrecer contacto visual, luego desviar ligeramente la mirada.
Brazos cruzados
¿Cruzar los brazos? Algunos podrían interpretar que sos una persona distante, insegura, ansiosa, testaruda o que está a la defensiva. Pero cruzarse de brazos también tiene sus puntos a favor. Esta postura puede ayudar a comprometerse con una tarea difícil. En un estudio que consistía en formular preguntas matemáticas complejas a un grupo de adultos, se descubrió que aquellos que estaban cruzados de brazos mostraban una probabilidad un 30 por ciento mayor de seguir intentando resolver los cálculos que aquellos que mantenían sus manos sobre la mesa. Entonces, la próxima vez que tengas que confrontar a alguien con una pregunta difícil y veas que la persona se cruza de brazos, no asumas que está molesta, es posible que solo esté tratando de elaborar una respuesta.
Sentarse con las piernas extendidas
Cuando una persona se sienta de este modo, está marcando su territorio y mostrando dominio. Se considera que las personas con poder ocupan más espacio.
Piernas cruzadas a la altura de la rodilla
Si te sentás con las piernas cruzadas, con el tobillo sobre la rodilla, sos una persona segura y dominante. Esta postura, conocida como la “figura del cuatro” en el ámbito del lenguaje corporal, abre tu zona de poder o región inferior. Existen tres áreas en nuestro cuerpo que abrimos cuando estamos tranquilos y relajados: el hoyuelo central del cuello, el ombligo y las “partes privadas”. Si bien se trata de un movimiento predominantemente masculino, cada vez más mujeres están comenzando a sentarse en esta posición.
Piernas cruzadas a la altura del tobillo
Cruzarte de piernas de este modo mientras estás sentado, una posición conocida como “traba de tobillo”, puede significar que te estás conteniendo o que sentís dudas o miedo, por lo que es una postura comúnmente adoptada en situaciones de entrevistas. Y si las damas quieren llamar la atención de los caballeros, entonces deben cruzar sus piernas a la altura de las rodillas. En una encuesta, los hombres votaron esta forma de sentarse como su postura favorita para la mujer.
De pie con las manos en la cadera
Es posible que pienses que la “pose Superman” hace lucir tu lado seguro y confiado, pero cuidado, porque esta postura generalmente se puede interpretar como agresiva. Y eso se debe a que ocupás mas espacio y mostrás una actitud “amenazante” con los codos en punta, como evitando que la gente se acerque. Aún colocar solo una de las manos en la cadera puede dar una sensación intimidante.