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12 soluciones para el colon irritable

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¡Conocé causas, síntomas y posibles soluciones para prevenir y mejorar este síndrome!

QUÉ LO CAUSA
La causa originaria del síndrome del colon irritable sigue siendo un misterio.
Los expertos sospechan que una proliferación excesiva de bacterias, una
infección gastrointestinal u otros factores pueden hacer que los músculos de
las paredes intestinales se muevan demasiado rápido o demasiado lento. Además,
los nervios de los intestinos se vuelven muy sensibles.

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SÍNTOMAS A LOS QUE DEBE ESTAR
ALERTA
 
Dolores y cólicos abdominales, hinchazón, meteorismo, diarrea o constipación (o
ataques alternados de ambos), mucosidad en las deposiciones.

IDEAS DE VANGUARDIA
Cuando sufras de un problema estomacal, descansá cuanto sea necesario. Existen
nuevas evidencias de que intentar hacerse el fuerte cuando se sufre de una
infección gastrointestinal incrementa el riesgo de presentar síndrome de colon
irritable posteriormente. Cuando los investigadores de la Universidad de
Southampton, en Inglaterra, se pusieron en contacto con 620 personas que habían
sufrido de infecciones gastrointestinales en el pasado, descubrieron que quienes
se habían esforzado por seguir un ritmo normal (por ejemplo, quienes habían
seguido trabajando hasta caer en cama) durante su enfermedad tenían más
probabilidades de presentar síndrome de colon irritable que aquellos que
descansaron adecuadamente.

El síndrome de colon irritable es un misterio y una frustración. Los expertos
afirman que los dolores, los espasmos, la diarrea y la constipación causados
por este problema digestivo parecen ser el resultado de movimientos
intestinales demasiado rápidos o muy lentos, y de nervios que se vuelven
sensibles a la menor presión después de comer. Estas soluciones funcionan, pero
debés ser paciente. Es posible que debas probar una combinación de varias de
ellas antes de encontrar un plan de prevención que le sirva.

Estrategias clave para la prevención 

1. Detectá las comidas problemáticas. Muchas
personas que sufren de colon irritable saben por experiencia qué comidas causan
problemas. Los alimentos problemáticos más comunes incluyen el alcohol, el
chocolate, las bebidas cafeinadas, los productos lácteos y los edulcorantes sin
azúcar, como el sorbitol y el manitol. Las personas que tienen problemas de
gases e hinchazón también pueden ser sensibles a las legumbres, el brócoli, el
repollo y la coliflor. A otros, las comidas muy grasosas pueden causarles
dolores intestinales.
Cuando los investigadores de la Facultad de Medicina del St. Georges Hospital
de Londres analizaron la sangre de 132 personas con síndrome de colon irritable
y 42 personas saludables que se expusieron a 16 alimentos comunes, las personas
del grupo con esta afección mostraron niveles más altos de un anticuerpo
denominado IgG4, asociado con la intolerancia a ciertos alimentos, en respuesta
a la carne de vaca, la carne de cordero, la carne de cerdo, la soja y el trigo.
Por esto, los científicos recomiendan que si sufrís de colon irritable, prestes
mucha atención a cómo te sientís unas horas después de ingerir estos alimentos.
Aquí encontrará algunos consejos para detectar las comidas problemáticas.

2.  Controlá tus síntomas. Escribí
la fecha, el tipo de síntomas que estás sufriendo, cuánto tiempo duran, qué
comiste –y cuánto– un día o dos días antes, los medicamentos que hayas tomado y
qué estabas haciendo inmediatamente antes de comenzar a sentir molestias.
Después de 14 días, busca coincidencias.

3. Eliminá
una comida sospechosa a la vez.
 En otro estudio británico,
las personas que eliminaron los alimentos problemáticos notaron una mejoría del
26 por ciento en los síntomas. Si eliminás un alimento por vez, tendrás una
idea más clara de qué es beneficioso y qué no.

4. Investiguar los antibióticos. Los investigadores de enfermedades
digestivas creen que el crecimiento excesivo de bacterias en la parte superior
del intestino (un lugar que debería albergar pocas bacterias) podría explicar
muchos de los síntomas confusos y difíciles de tratar del síndrome de colon
irritable. En un estudio, un grupo de investigadores de la Universidad del Sur
de California encontró evidencia de que el 84 por ciento de los voluntarios con
colon irritable presentaban un crecimiento excesivo de bacterias en el
intestino delgado. Quienes tomaron antibióticos para eliminar estos huéspedes
indeseables presentaron una mejoría del 75 por ciento en los síntomas del
síndrome de colon irritable. En otros estudios se llegó a un índice menor, del
36 por ciento. Algunos médicos utilizan un tratamiento de 10 días con
rifaximina, un antibiótico que permanece en el intestino (no se absorbe en el
torrente sanguíneo). Otros utilizan un antibiótico de amplio espectro. Los
expertos dicen que es posible que los pacientes con síndrome de colon irritable
deban repetir el tratamiento cada dos o tres meses.

5. Intentar comer más
fibra.
 
Hasta hace poco, los expertos en
enfermedades digestivas recomendaban mucho las dietas altas en fibra para las
personas con colon irritable. Popularmente, se cree que la fibra soluble
–presente en legumbres, peras, cebada y algunos suplementos de fibra– podría
hacer más firmes las deposiciones de quienes sufren de diarrea, mientras que la
fibra soluble e insoluble, que se encuentra en el pan integral y muchas
verduras, podría acelerar los movimientos intestinales de quienes padecen
constipación. En un estudio de la Universidad de Pittsburgh sobre 81 personas
con síndrome de colon irritable, el 26 por ciento dijo sufrir menos dolor
abdominal e hinchazón al adoptar una dieta con más de 25 gramos de fibra por
día. Pero otros estudios muestran que la fibra no es una solución milagrosa:
algunas personas sienten más dolor y en otras casi no hace efecto. Si deseás
intentarlo, empezá lentamente. Cambiá un alimento bajo en fibra por otro rico
cada día (por ejemplo, reemplazá el pan blanco por pan integral) durante una
semana y controlá cómo te sentís. Si te sentís bien, cambiá otro alimento.
Asegurate de beber mucha agua para que la fibra no cause constipación.

6. Relajarse, de pies a cabeza. La relajación muscular progresiva alivia el
estrés, lo cual a su vez parece reducir la sensibilidad al dolor causado por el
colon irritable. En un estudio a pequeña escala realizado por la Universidad
Estatal de Nueva York en Albany, las personas con esta afección que practicaron
esta técnica a diario durante un mes tenían cinco veces más probabilidades de
experimentar una mejoría en el dolor y los espasmos que quienes no utilizaban
la técnica. Cómo hacerlo: sentate o acostate en un lugar cómodo. Cerrá los
ojos, respirá profundo e imaginate el estrés saliendo de sus músculos.
Comenzando por los pies, contraer cada grupo muscular y luego dejar escapar la
tensión para que los músculos queden más relajados que cuando empezaste. Luego
siguí con las pantorrillas, los muslos y continuá hasta llegar al cuello, el
rostro y la cabeza.

Otras medidas
preventivas

7. Ponerse las zapatillas. En un estudio a gran escala de la
Universidad de Washington, el ejercicio proporcionó alivio a los síntomas
gastrointestinales. Los investigadores no analizaron específicamente el
síndrome de colon irritable, pero existe amplia evidencia de que la actividad
física puede ayudar a relajar los intestinos. La actividad intestinal con
frecuencia disminuye durante el ejercicio, porque en ese momento el cuerpo
envía más sangre a las piernas y los brazos. También alivia el estrés y mejora
el humor, lo cual hace que sea más fácil sobrellevar el dolor.

8. Cápsulas de aceite de
menta para los espasmos.
 Este
remedio ayuda a relajar los músculos de las vías gastrointestinales. En un
estudio bien diseñado de 57 personas con síndrome de colon irritable, el 75 por
ciento de quienes tomaron cápsulas de aceite de menta notaron una mejoría en
los síntomas de un 50 por ciento o más después de cuatro semanas, en
comparación con el 38 por ciento de quienes tomaron un placebo. Los voluntarios
del estudio tomaron dos cápsulas dos veces por día. Utilizá comprimidos con
recubrimiento entérico, para que el aceite se libere en el intestino y no en el
estómago.

9. Hipnoterapia. En un
estudio británico, los pacientes con síndrome de colon irritable que tuvieron
cinco sesiones de hipnoterapia sufrieron menos dolor y diarrea después de tres
meses que los voluntarios que no utilizaron este método. Los beneficios se
desvanecieron con el tiempo. Después de un año, el grupo que se sometió a
hipnosis necesitaba menos medicamentos para controlar el colon irritable, pero
sus síntomas eran similares a los del otro grupo. En otro estudio, las personas
que se sometieron a 12 sesiones a lo largo de tres meses aún se sentían mejor
cinco años después. Pedile a tu médico que te derive con un profesional capacitado
en esta técnica.

10. Relajarse con el yoga. En un estudio realizado en la
India, los hombres con síndrome de colon irritable presentaron la misma
reducción en la diarrea después de dos meses de hacer yoga o dos meses de tomar
el medicamento de venta libre loperamida todos los días. Según los
investigadores del All India Institute of Medical Sciences en Nueva Delhi, en
India, esta práctica relajó los nervios hiperactivos que estimulan la actividad
intestinal. Mientras tanto, un estudio canadiense de adolescentes con síndrome
de colon irritable descubrió que realizar rutinas de yoga a diario siguiendo
las instrucciones de un video contribuyó a aliviar la ansiedad. Consultá con un
terapeuta conductual cognitivo. Esta conveniente terapia tiene como objetivo
ayudarte a percibir los problemas cotidianos y responder a ellos de nuevas
formas, y a encontrar soluciones adecuadas. También podés trabajar para
desarrollar habilidades de relajación. Algunos estudios concluyen que esto es
beneficioso para el síndrome de colon irritable y otros afirman lo contrario o
descubren que funciona durante un tiempo. Es posible que valga la pena
intentarlo si te sentís abrumado por los síntomas de esta afección o si no
podés hacer todas las cosas que deseás o necesitás hacer en tu vida. Parece
funcionar mejor como terapia suplementaria, junto con medicamentos.

11. Intentar la
biorretroalimentación
. Si
sufrís de constipación, aprender a utilizar correctamente los músculos
abdominales para defecar podría mejorar los resultados y hacerlo sentir mejor.
En un estudio australiano, 25 mujeres con síndrome de colon irritable
utilizaron biorretroalimentación mientras un médico y una enfermera las
entrenaban sobre la forma adecuada de defecar sin hacer demasiada fuerza.
(¡Practicaron con globos, no con lo que estás pensando!). Este tipo de
biorretroalimentación utiliza una sonda insertada en el recto para medir la
presión que se hace sobre las heces. ¿El resultado? El 75 por ciento dijo haber
mejorado. Otros tipos de biorretroalimentación también pueden ayudar a las
personas con síndrome de colon irritable a controlar el estrés.

12. Incorporar bacterias
buenas.
 Los probióticos –en forma
de suplementos o como yogur con cultivos activos– pueden ayudar a aliviar los
síntomas del colon irritable al incrementar los niveles de bacterias
beneficiosas en el tracto intestinal. En un estudio, 44 personas con síndrome
de colon irritable tomaron un suplemento que contenía lactobacillus y
bifidobacterias, también presentes en los yogures con cultivos vivos y activos,
durante una semana. Los síntomas como el dolor, los espasmos, la constipación y
la diarrea mejoraron en un 50 por ciento.

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