¿Cuántas veces te encontraste cara a cara con una lista interminable de tareas para hacer, en medio de un desorden terrible y no supiste por dónde comenzar?
Quién soy…
Pocas veces me cuestionaba las cosas; durante mucho tiempo hice lo que se suponía “debía hacer”. De chica, frente a todas las cosas malas que me sucedían siempre pensaba: “bueno… en algún momento algo bueno va a llegar porque me lo merezco”, y de ese modo, un poco resignada y un poco crédula, depositaba en esa confianza mi felicidad.
Poco a poco, la vida comenzó a golpearme más duro y a mellar esa confianza, poniéndome muchas veces cara a cara con la depresión. Entonces empecé a preguntarme: por qué. ¿Por qué toqué fondo?, ¿por qué dejar que las cosas pasen sin hacer nada? Desde ese momento, y sin saber bien cómo, empecé a tener más confianza en mí; a proponerme que los problemas, las personas, la vida no iban a vencerme.
A través de esta pelea por salir adelante me fui conociendo; descubrí que contaba con una energía y una fuerza muy sólidas, y que la frase “después de cada tormenta sale el sol”, aunque suene a cliché, encerraba mucha verdad. Aprendiendo a conocerme y con la ayuda de personas que fueron apareciendo en mi camino, pude ir sorteando los problemas; me enfoqué en aceptar estos “malos tragos” y en tratar siempre de sacar de ellos algo positivo. Y así me fui ordenando. Claro que los problemas no desaparecieron, solo que ahora yo contaba con más herramientas para afrontarlos y con la convicción de que yo podía superarlos y que la base de toda confianza sale básicamente de uno mismo.
A partir de entonces brotó en mí la necesidad de poder ayudar a otros, de orientar a aquellas personas que no cuentan con alguien que las escuche o les brinde ayuda y a quienes, en definitiva, mi experiencia podría inspirar para salir adelante. Por eso, desde hace varios años, soy Coach Motivacional y mi misión es asistir a quienes deseen desarrollar una mayor eficacia personal y, estén dispuestas a luchar por tomar el control de sus vidas. Quiero ayudarlos a lograr un cambio entre lo que son y lo que quieren llegar a ser, trabajar en conjunto y compartir la alegría de vivir.
¡Necesito organizarme!»
¿Cuántas veces te encontraste cara a cara con una lista interminable de tareas para hacer, en medio de un desorden terrible y no supiste por dónde comenzar? En esos momentos lo único real es esa interminable lista de pendientes y el grito desesperado de ayuda que de a poco empieza a brotar dentro nuestro.
Es un hecho: si nos movemos en un ambiente de desorden, indefectiblemente será más difícil encontrar lo que buscamos, nuestra mente se distraerá fácilmente, perderemos tiempo, nos frustraremos y cada vez nos costará más trabajo emprender algo. Antes de que te desanimes por completo te comparto esta sencilla técnica que puede serte realmente útil para esos momentos de caos absoluto.
Una de las reglas de la PNL (Programación Neurolingüística) es el famoso “siete más o menos dos”; una idea desarrollada originalmente por Gerorge Miller acerca de la capacidad de la memoria de trabajo. Según el psicólogo la mente consciente solo puede realizar un seguimiento de entre cinco y nueve datos simultáneamente. Si bien el inconsciente puede realizar un seguimiento de millones de cosas a la vez, la mente consciente no, por lo que tiene un enfoque más chico. Muchas personas pierden fuerza al tratar de recordar más de diez cosas, aparentemente a causa de la regla “siete más o menos dos”. El resultado final es que cuando a la mente consciente se le presentan más de 9 piezas de información, se sobrecarga.
Me imagino que más de una vez te debe haber pasado que tu lista de tareas, obligaciones y actividades de un momento a otro se hizo infinita. Y, cuanto más larga se volvía, más te costó empezar. Teniendo la regla de Miller en cuenta, la podemos poner en práctica para nuestro propio beneficio y de esta manera lograr organizarnos de otra forma, trabajando con nuestra mente consciente.
Como ejemplo te detallo una lista que, fácilmente podría estresarte y en donde seguramente no serías plenamente efectivo:
- Hacer compras en el supermercado
- Pedir turno con el dentista
- Pedir turno con el dermatólogo
- Pagar las cuentas
- Llamar al carpintero
- Ordenar los armarios
- Llamar al fumigador
- Llamar a “amiga”
- Comprar bombitas de luz
- Buscar información sobre algún curso
- Buscar ropa en la tintorería
- Ir al banco
- Lavar el auto
- Hacer dieta
- Regar plantas
- Organizar mis e mails
- Poner en carpetas las facturas pagadas.
- Hacerte las uñas
En primer lugar designá categorías para cada tarea.
- Hacer compras en el super mercado HOGAR
- Pedir turno con el dentista SALUD
- Pedir turno con el dermatólogo SALUD
- Pagar las cuentas FINANZAS
- Llamar al carpintero HOGAR
- Ordenar los armarios HOGAR
- Llamar al fumigador HOGAR
- Llamar a “amiga” PERSONAL
- Comprar bombitas de luz HOGAR
- Buscar información sobre algún curso PERSONAL
- Buscar ropa en la tintorería HOGAR
- Ir al banco FINANZAS
- Lavar el auto GUSTOS
- Hacer dieta PERSONAL
- Regar plantas HOGAR
- Organizar mis e mails PERSONAL
- Poner en carpetas las facturas pagadas. FINANZAS
- Hacerte las uñas GUSTOS
Como verás, pasamos de una lista de 18 ítems a 5 categorías. Este proceso de fragmentación es una de las maneras más eficaces de hacer frente a cualquier conjunto de tareas. La clave está en no tener más de nueve categorías así tu mente consciente puede hacer un seguimiento de las mismas.
Este método me funciona y me permite aprovechar los días al máximo haciendo varias actividades que disfruto. ¡Probalo y me contás!