Aunque no es muy nutritivo, da un sabor único a sopas, ensaladas y rellenos.
Quienes están a dieta suelen comer mucho apio porque tiene pocas calorías, pero es un mito que masticar los tallos consume más calorías que las que brinda la verdura. Dos tallos –unos 60 g– contienen solo 4 kcal (el apio es casi 95 por ciento agua), sin embargo, su contenido de fibra hace que satisfaga mucho. Es una buena fuente de potasio; también aporta algo de vitamina C y de ácido fólico. Aunque no es muy nutritivo, da un sabor único a sopas, ensaladas y rellenos. Las hojas son la parte más nutritiva de la planta: contienen más calcio, hierro, potasio, vitamina C y betacaroteno que los tallos. Pueden guardarse para sopas, ensaladas y otros platos, y usarse para decoración.
BENEFICIOS
- Tiene pocas calorías y es fuente de fibra.
- Aporta potasio, vitamina C y ácido fólico.
- En cantidades importantes, puede reducir la inflamación y proteger del cáncer.
Propiedades medicinales
Los especialistas en hierbas afirman que el apio fresco y el té de semillas de apio sirven para tratar la gota y otras formas de artritis inflamatoria, la hipertensión y el edema. Los estudios indican que los ftalatos en el apio pueden reducir los niveles de ciertas hormonas que tapan los vasos sanguíneos y aumentan la presión. Sus poliacetilenos reducen la producción de algunas prostaglandinas, sustancias del cuerpo que provocan inflamación. Sin embargo, no hay evidencia científica de que el apio pueda aliviar el dolor de la artritis, bajar la presión o aumentar la producción de orina.
En teoría, el apio puede ayudar a reducir el riesgo de ciertos cánceres. Los poliacetilenos destruyen el benzopireno, un cancerígeno que se produce en los alimentos cocidos a altas temperaturas. Este beneficio puede verse contrarrestado por los altos niveles de nitratos en el apio, sustancias que el cuerpo convierte en nitrosaminas vinculadas con un aumento del riesgo de cáncer. No obstante, muchos investigadores creen que este es un riesgo menor porque la mayoría de los vegetales ricos en nitratos y otras sustancias potencialmente cancerígenas también contienen otras que neutralizan los efectos nocivos. Hervir el apio o cocerlo al vapor reduce sus niveles de nitrato.