La risa pone en marcha una serie de reacciones químicas.
La risa, aliada de la salud
En cuanto nos echamos a reír, se desencadenan en el cerebro impulsos eléctricos que ponen en marcha una serie de reacciones químicas. El sistema endocrino (glandular) ordena al cerebro la secreción de tranquilizantes y analgésicos naturales que disminuyen la ansiedad y alivian el dolor. Algunas de las sustancias que se liberan bajo el estímulo de la risa ayudan a la digestión, otras hacen que las arterias se contraigan y se relajen, lo que favorece la circulación de la sangre (excepto en las personas que padecen asma) y probablemente alivie la hipertensión arterial. Aunque sería llevar las cosas demasiado lejos decir que la risa es la mejor medicina para cualquier enfermedad, pocos médicos negarán que es un buen remedio.