El término vino suele dar nombre a las bebidas elaboradas con un tipo de planta, la uva Vitis. Existen desde la época de los griegos y etruscos, y quizá antes.
Mediante la reacción del azúcar con la levadura se puede fermentar el jugo de muchas frutas y producir una bebida alcohólica. El término vino suele dar nombre a las bebidas elaboradas con un tipo de planta, la uva Vitis, en particular la especie Vitis vinifera. Los vinos se conocen desde la época de los antiguos cretenses, griegos y etruscos, y quizá se remonten aún más en el pasado.
Aunque hay dos tipos básicos de uva, las rojas y las blancas, existen cientos de variedades de cada una de ellas. Además, la uva se distingue de la mayoría de las frutas por su extraordinaria gama de colores, sabores y aromas, de acuerdo con la variedad empleada.
Las uvas también varían según el clima, la topografía y el suelo en el que crecen, además de las diferencias en las técnicas de cosecha, tiempo de añejamiento, etc. Esta variedad da como resultado muchos tipos de vinos que, hoy día, se ofrecen en el mercado. Bajo ciertas circunstancias, el proceso de fermentación produce bióxido de carbono en exceso, lo que imparte al vino una cierta efervescencia y produce mayores posibilidades de variedad. La producción mundial de vino se aproxima a los 40,000 millones de botellas por año.
¿Por qué el vino tinto se sirve a la temperatura ambiente y el blanco, frío?
De acuerdo con los cánones, la temperatura a la que se sirven las bebidas o los alimentos no influye en su valor alimenticio, pero suele marcar la diferencia en cuanto al gusto individual. Esto es especialmente cierto cuando se refiere a sustancias de sabor complejo y sutil, y se aplica en particular a los vinos.
Nuestro sentido del gusto es menos sensible que el del olfato, que lo usamos más de lo que imaginamos para apreciar mejor un sabor, por esa razón nadie es capaz de oler o saborear algo cuando sufre un resfrío severo. Las sustancias calientes liberan sus aromas con más facilidad que las frías. A mayor sutileza y complejidad de los sabores, más importante es la temperatura.
El vino tinto tiene mayor peso molecular, lo que significa que libera vapores con más dificultad que el vino blanco. En términos generales, cuanto más cuerpo tenga un vino, la liberación completa de su aroma y bouquet dependerá de una temperatura más cálida.
Por el contrario, cuanto más ligero y dulce sea el vino, sus cualidades resaltarán más si se le enfría ligeramente. El gusto personal juega un papel importante, pero se considera que decir «a la temperatura ambiente» significa entre 15 y 20°C. A una temperatura más alta, el olor que desprende el alcohol al evaporarse puede enmascarar el sutil aroma del vino.