En 1867 se impuso el uso obligatorio de guantes, y el deporte cambió por completo.
Golpes con reglamento
En abril de 1714, un púgil de 36 años llamado Jack Broughton participó en un torneo de boxeo con puños desnudos que habría de cambiar para siempre el estilo del boxeo. Broughton, que medía 1,8 m y pesaba casi 90 kg, se enfrentó a George Stevenson, un cochero de Yorkshire. Stevenson tenía mejor juego de piernas que Broughton y descargaba los golpes con mayor rapidez, pero el hecho de que Broughton fuera un peso más pesado resultó crucial. El combate concluyó cuando Broughton derribó a Stevenson con un directo bajo el corazón. Stenvenson fallecía tres semanas más tarde como consecuencia de las lesiones sufridas y Broughton se prometió hacer cuanto estuviera en su mano para evitar que volvieran a ocurrir tragedias semejantes.
Combates brutales
Dos años más tarde, Broughton inauguró un campo de boxeo en Londres, cerca de Tottenham Court Road, y redactó un reglamento con el que pretendía convertir el boxeo en un deporte «humano y científico». Hasta entonces el boxeo había sido una mezcla brutal de lucha libre y combate con puños desnudos. El nuevo reglamento prohibía golpear al rival por debajo de la cintura y cuando estaba en el suelo. Los asaltos concluían cuando uno de los púgiles derribaba al otro. Al púgil caído se le concedía medio minuto para que se recuperarse y, después, debía tocar con el pie una señal de tiza trazada en el centro del ring. Si no conseguía «llegar a la línea», se le declaraba vencido. Las llaves solo podían emplearse por encima de la cintura.
Guantes de boxeo
Broughton introdujo, asimismo, los primeros guantes de boxeo. Con ellos pretendía evitar a los púgiles «las molestias de los ojos amoratados, las mandíbulas rotas y las narices sangrantes». Pero los guantes solo se usaban en las demostraciones de boxeo, mientras que en los torneos se siguió boxeando con los puños desnudos. Cuando estaban en juego grandes sumas de dinero, los espectadores invadían muchas veces el ring cuando veían en peligro al púgil por el que habían apostado. Para evitarlo, Broughton introdujo los cuadriláteros de madera y lona colocados a 1,8 m sobre el suelo.
El Reglamento de Broughton siguió aplicándose, con algunas modificaciones, hasta 1838, año en que se le rebautizó Reglamento de los Torneos de Boxeo de Londres. Después, en 1867, se impusieron las reglas de la marquesa de Queensberry, gran entusiasta del boxeo. El nuevo reglamento, aún vigente, estableció el uso obligatorio de guantes, prohibió usar técnicas de lucha en el ring y dictaminó que los asaltos durasen 3 minutos.