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13 cosas curiosas sobre los trenes

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13 cosas curiosas sobre los trenes

¿Es usted fanático de los trenes? Entonces no se pierda esta nota con todos los detalles simples, confiables (y poco conocidos) sobre esta vía de transporte.

Samantha Rideout

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  1. Cuando llega el verano, el ferrocarril avanza hacia la temporada alta de pasajeros. Los trenes asiáticos son los que más pasajeros transportan; ¡solo en Japón hubo unos 6.600 millones de viajes en 2021! Aunque su red ferroviaria de casi 225.000 kilómetros es la más larga, Estados Unidos tiene un tráfico anual de 22,9 millones de pasajeros, pero también circulan 1.540 millones de toneladas métricas de carga al año.
  2. Viajar en tren de alta velocidad puede ser más rápido que en avión, si se cuenta el tiempo de espera en el aeropuerto. Además, las estaciones de tren son céntricas, mientras que los aeropuertos suelen estar en las afueras de las ciudades. Viajar en tren también es más ecológico: entre Londres y Madrid el tren emite 43 kilogramos de dióxido de carbono por pasajero, frente a los 118 del avión.
  3. Las primeras vías férreas llegaron mucho antes que la locomotora. En el siglo XVI, los europeos instalaban rieles en las minas para facilitar el transporte de minerales. Al reducir la fricción se agilizaba el movimiento de los vagones, pero eran hombres o caballos (no máquinas) los que los impulsaban.
  4. El primer tren de vapor se usó para transportar hierro en la región minera de Merthyr Tydfil, Gales, en 1804. (Quizá este origen británico hace que haya tantos amantes de los trenes en el Reino Unido, donde se publican al menos 20 revistas sobre el tema).
  5. Los trenes más veloces de la actualidad suelen circular a unos 320 kilómetros por hora. También conocidos como “trenes bala” por las famosas líneas Shinkansen de Japón, casi todos son eléctricos. Pero el más rápido de todos, el Maglev de Shanghai, emplea la fuerza magnética (atracción y repulsión) para flotar apenas por encima de una guía y alcanzar los 460 kilómetros por hora.
  6. Hay trenes muy lujosos, como el Venice Simplon-Orient Express. Las grandes suites de los coches cama tienen mullidas camas dobles, baños privados de mármol y champaña a raudales. En el coche bar toca un pianista en vivo y los coches comedor son Art déco, restaurados de los años veinte.
    ¿El truco? Cinco noches de viaje de París a Estambul cuestan más de 20.000 dólares. Este tren, por supuesto, es escenario de una de las novelas más famosas de Agatha Christie: Asesinato en el Expreso de Oriente, un “misterio de círculo cerrado”: como nadie podría haberse bajado del tren, el asesino debía ser uno de los pasajeros.
  7. Si prefiere los lagos rocosos y los bosques boreales a las grandes ciudades, el Transiberiano puede ser lo que busca. Hasta los trenes exprés tardan casi una semana en recorrer toda la ruta, que serpentea por 9.259 kilómetros entre Moscú y Vladivostok (Rusia) y atraviesa ocho husos horarios. Una vez por semana, un solo vagón procedente de Corea del Norte se acopla a un tren más largo en Vladivostok, lo que hace de la ruta PyongyangMoscú el viaje más largo que puede hacerse sin cambiar de tren.
  8. Si quiere ver videos auténticos de viajes en tren, busca “slow TV”. Este término describe escenas relajantes que duran el mismo tiempo que el suceso que retratan. Podría ver el paisaje desde un tren elevado de Chicago o diez horas de fiordos y valles de la espectacular línea Nordland de Noruega. ¿Y qué tal un juego de mesa clásico sobre trenes, como el Monopoly? O el nuevo Ticket to Ride, que se juega en tableros de mapas variados y le permite repasar geografía.
  9. Los atracos a trenes son un clásico de las películas del Oeste. El gran robo al tren, estrenada en 1903, es uno de los primeros ejemplos y narra lo ocurrido cuatro años antes, cuando Butch Cassidy y sus bandidos asaltaron un tren de la Union Pacific, volaron la caja fuerte con dinamita y escaparon a caballo.
  10. Luces misteriosas, ruidos inexplicables: ¿será un tren fantasma? Una de las muchas locomotoras fantasma del mundo sigue la ruta del tren que transportó el cuerpo del presidente estadounidense asesinado Abraham Lincoln desde Washington D.C. hasta su casa en Springfield, Illinois, en 1865. Según un diario de 1879, “el pitido de su silbato y el tañido de su campana infunden terror en los corazones de quienes los oyen”.
    El término “tren fantasma” también describe a los trenes británicos que circulan con poca frecuencia a horas intempestivas y sin pasajeros. ¿Por qué? Es preferible que funcionen al mínimo a invertir el tiempo y el dinero necesarios para cerrar oficialmente las líneas.
  11. Muchos de los países participantes en la Primera Guerra Mundial dependían en gran medida del ferrocarril. Por ejemplo, Francia los usó para transportar al frente a cerca de un millón de hombres y 400.000 caballos solo en las primeras dos semanas; Gran Bretaña, como ambulancias, con quirófanos para hacer operaciones de urgencia durante el trayecto, pese a rebotes y bandazos.
  12. No es el único uso atípico de los trenes. Entre los años 20 y 60, Canadá los usó como aulas móviles que viajaban por comunidades remotas del norte de Ontario. Los niños iban a pie, con raquetas de nieve, esquís o canoas hasta la estación, donde se quedaban cinco días a estudiar intensamente y recibían tarea para las seis semanas que pasarían hasta la vuelta del tren. En la Argentina, hay un tren sanitario que lleva atención médica por todos los rincones del país.
  13. En la actualidad, los trenes de cercanías y el subterráneo son parte de la vida cotidiana de innumerables residentes urbanos, como los 10,35 millones que transporta el subte de Beijing (el más concurrido del mundo) en un día normal. Mientras, en los Estados Unidos y otros países las empresas privadas experimentan con el “hyperloop”: un tren que viaja por un tubo donde no hay resistencia al aire que lo frene. El concepto funciona en teoría, pero en la práctica es difícil hacerlo cómodo y rentable.
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