Una investigación realizada en Australia revela el poder de los pequeños desafíos cerebrales para reducir el riesgo de padecer deterioro mental más adelante en la vida.
Por la Dra. Patricia Varacallo, tomado de The Healthy
Si ha estado buscando una excusa para acurrucarse con una taza de café caliente o una limonada fría y el crucigrama del fin de semana, hágalo por su salud… y conviértalo en una cita habitual para el cuidado personal.
Un nuevo estudio de la Universidad de Monash en Melbourne, Australia, recomienda realizar ejercicios mentales para el cerebro, los que, al igual que el ejercicio físico, desafían a su cuerpo a mantenerse activo y fuerte y detienen el deterioro mental.
¿Qué actividades frenan el deterioro mental?
Publicada en la revista JAMA Network Open, hace poco más de un año, esta nueva investigación sugiere que las actividades que involucran la mente pueden tener importantes beneficios para la salud. El estudio descubrió que los adultos mayores que participan regularmente en actividades de alfabetización (como asistir a clases educativas, usar una computadora o llevar un diario) y realizan actividades de estimulación mental, como jugar juegos, cartas, ajedrez o resolver rompecabezas y crucigramas, podrían reducir su riesgo de deterioro mental en un 11 % y un 9 %, respectivamente, a lo largo de una década.
La investigación también plantea una pregunta interesante: ¿todas las actividades cognitivas tienen el mismo impacto en la salud cerebral o hay actividades que son más beneficiosas? El autor principal del estudio encontró algunas respuestas.
Compromiso activo contra el deterioro mental
Este estudio, elaborado a partir del conjunto de datos de ASPREE (un proyecto de investigación de dos fases realizado en Australia y Estados Unidos), analizó a alrededor de 10.000 australianos de 70 años o más. Curiosamente, aunque otro estudio reciente concluyó que las relaciones saludables eran el mayor contribuyente a la longevidad, la investigación australiana descubrió que las salidas sociales frecuentes o el tamaño de la red social de una persona no reducían significativamente el riesgo de deterioro mental.
Lo que más importaba era la participación constante en actividades que estimulaban la mente. Joanne Ryan, profesora asociada de la Facultad de Salud Pública y Medicina Preventiva de la Universidad de Monash y autora principal del estudio, señala que los hallazgos sugieren que “la manipulación activa del conocimiento previamente almacenado puede desempeñar un papel más importante en la reducción del riesgo de demencia que las actividades recreativas más pasivas”.
Creación, elaboración y salud cognitiva
La investigación de la Dra. Ryan sugiere que las actividades artísticas también tienen mérito en la lucha contra el deterioro mental: las manualidades y otras actividades creativas se asociaron con una disminución del 7 % en el riesgo de demencia. Ya sea carpintería, pintura o tejido, estas actividades creativas estimulan el cerebro de formas únicas, fomentando las habilidades de resolución de problemas, la coordinación mano-ojo y la conciencia espacial.
La artesanía suele inducir un estado de fluidez (inmersión y compromiso totales en una actividad), que se ha asociado con niveles más bajos de estrés y una mejor salud cerebral, lo que previene el deterioro mental, tal como lo respaldan investigaciones de importantes instituciones como la Clínica Mayo. Esto podría potenciar aún más sus efectos protectores contra el deterioro cognitivo.
Si bien existen diversos factores que pueden llevar al desarrollo de la demencia, incorporar actividades que estimulen la mente a su rutina puede contribuir significativamente a mantener una buena salud cognitiva y detener el deterioro mental. Como concluye la Dra. Ryan: “Si ese es su objetivo y tiene que elegir, nuestra investigación ciertamente sugiere que estas son las actividades que tienen más probabilidades de contribuir a una buena salud cognitiva prolongada”.
Alimentación y deterioro mental
La dieta, lo sabemos, influye también de una manera no menor en las posibilidades de desarrollar demencia y prevenir el deterioro mental. Existe un nutriente vital, que normalmente asociamos con el mantenimiento de huesos fuertes y un corazón sano, y que últimamente se ha vuelto popular para dormir mejor, al que ahora hay que prestar atención. Se trata del magnesio.
Según una investigación, también podría desempeñar un papel importante en la protección de su cerebro contra el desarrollo de enfermedades como el alzhéimer. Un estudio de salud pública del European Journal of Nutrition arrojó luz sobre esta intrigante conexión.
El estudio involucró a más de 6000 participantes de entre 40 y 73 años y tuvo como objetivo examinar la asociación entre la ingesta de magnesio en la dieta y los volúmenes cerebrales, específicamente las lesiones en la materia gris y en la materia blanca (LMB). Estas lesiones son áreas de tejido dañado que se observan a menudo en adultos mayores y pueden indicar deterioro mental.
Los investigadores midieron el consumo de magnesio en la dieta mediante un cuestionario online de recordatorio de 24 horas, que ayudó a estimar la ingesta diaria de magnesio. Observaron que los efectos neuroprotectores del magnesio eran potentes en las regiones de materia gris y del hipocampo del cerebro, que desempeñan papeles clave en el procesamiento de la información y la memoria.
Al llegar a los 55 años, las personas con la mayor ingesta de magnesio (mayor o igual a 550 miligramos por día) tenían una “edad cerebral” un año más joven que sus contrapartes que tomaban dosis más bajas de magnesio (alrededor de 350 miligramos por día). Estos datos implican que un aumento del 41% en la ingesta de magnesio podría mejorar significativamente la salud cerebral y reducir el riesgo de demencia más adelante en la vida.
Entonces, ¿qué significa esto para usted? Según Khawlah Alateeq, investigadora y autora principal del Centro Nacional de Epidemiología y Salud Poblacional, este estudio indica que “las personas de todas las edades” deberían pensar en su ingesta de magnesio. “El estudio muestra que una mayor ingesta de magnesio en la dieta puede contribuir a la neuroprotección en una etapa más temprana del proceso de envejecimiento y los efectos preventivos pueden comenzar a los 40 años o incluso antes”, afirma.
Entonces, ¿cuánto magnesio debemos tomar? Según el NIH, la ingesta diaria recomendada (IDR) de magnesio varía según la edad y el sexo. En general, las mujeres adultas deben consumir entre 310 y 320 miligramos al día, mientras que los hombres adultos deben consumir entre 400 y 420 miligramos al día.
Lo ideal es que nuestra principal fuente de magnesio provenga de alimentos ricos en magnesio. El blog de la Universidad de Harvard enumera algunos ejemplos, como las verduras de hoja verde, los frutos secos, las semillas, los cereales integrales y el chocolate negro (al menos con 70 % de cacao). Siempre existe la opción de tomar un suplemento si hay signos de deficiencia de magnesio. Si no está seguro de siestá obteniendo sufi ciente magnesio en su dieta, consulte con su médico antes de comenzar a suplementarse con algo nuevo.
¿Cuál es el mejor magnesio para evitar el deterioro mental?
No se puede decir que ningún tipo o forma de magnesio sea el “mejor” para prevenir el deterioro mental. Sin embargo, el L-treonato de magnesio es una forma única de magnesio que atraviesa eficazmente la barrera hematoencefálica y aumenta las concentraciones de magnesio en el cerebro.
Según la Alzheimer’s Drug Discovery Foundation, algunos estudios sugieren que esta forma de magnesio puede beneficiar la función cognitiva y la salud cerebral, incluida la prevención de la demencia. Si bien estos estudios son prometedores, es importante recordar que la investigación sobre este tema aún está en curso. Como siempre, es una buena idea consultar con su profesional de la salud antes de cambiar significativamente su dieta o régimen de suplementos.